El Centro Carter, una organización estadounidense, presentó supuestas actas de votación originales que indicarían que el opositor Edmundo González Urrutia ganó las elecciones presidenciales en Venezuela con un 67% de los votos, mientras que el actual presidente Nicolás Maduro habría obtenido el 31%. Estas actas fueron mostradas en una sesión de la OEA en la que se denunció la falta de transparencia y la negativa del Consejo Nacional Electoral venezolano de proporcionar los datos de las mesas de votación y las actas con resultados desagregados.
La asesora principal para América Latina del Centro Carter, Jennie Lincoln, mostró las actas con un código QR que permitía a los testigos de las mesas recabar información de manera sistemática. El Consejo Nacional Electoral sostiene que Maduro fue reelegido en las elecciones, a pesar de no haber publicado las actas con los resultados desagregados. Se denunció la falta de transparencia por parte del CNE venezolano y se cuestionó la legalidad de la reelección de Maduro.
En la sesión de la OEA, el secretario general Luis Almagro declaró que el proceso electoral en Venezuela fue uno de los peores, al no ser ni libre, ni justo ni transparente. Se mencionó que el proceso se hizo sobre la violación de acuerdos firmados y se anunció un resultado fraudulento. El Centro Carter y una pequeña delegación de la ONU fueron los únicos organismos que pudieron llevar representación independiente para observar el proceso de votación en las elecciones venezolanas.
El ente electoral de Venezuela había otorgado la reelección de Maduro como jefe de Estado con el 51,95% de los votos, frente al 43,18% obtenido por González Urrutia, con el 96,87% de las actas escrutadas. Aunque el CNE afirmó la victoria de Maduro, el Centro Carter presentó pruebas que indicaban lo contrario. Se destacó la importancia de la transparencia y la veracidad de los resultados electorales para garantizar la legitimidad y el respeto a la voluntad popular en las elecciones.
La falta de transparencia y las denuncias de irregularidades en las elecciones venezolanas generaron un debate en la OEA, en el que se cuestionó la legitimidad de la reelección de Maduro y se destacó la importancia de respetar los estándares internacionales en los procesos electorales. El Centro Carter y la ONU jugaron un papel crucial en la observación electoral y en la denuncia de posibles fraudes en los resultados. Se subrayó la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y transparencia en las futuras elecciones en Venezuela y en la región.
En resumen, la presentación de actas de votación por parte del Centro Carter en la OEA demostró discrepancias en los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, cuestionando la legitimidad de la reelección de Nicolás Maduro. Se denunció la falta de transparencia y la negativa del Consejo Nacional Electoral de proporcionar datos detallados de las mesas de votación. Se enfatizó la importancia de respetar los estándares internacionales en los procesos electorales y de garantizar la legitimidad y veracidad de los resultados para preservar la democracia y el respeto a la voluntad popular.