Vanessa Rosales es una inmigrante venezolana que ha trabajado en diversas ocupaciones desde que llegó a Estados Unidos, incluyendo el cuidado de ancianos, la preparación de arepas y la limpieza de naves industriales. Sin embargo, su verdadera pasión es la medicina y espera convertirse nuevamente en anestesióloga en menos de seis años. Como ella, hay 2.1 millones de inmigrantes subempleados en Estados Unidos, realizando trabajos por debajo de sus capacidades.
Los inmigrantes altamente cualificados, como Vanessa, enfrentan diversas barreras para acceder a trabajos acordes con su formación. Uno de los principales obstáculos es la regularización de su estatus migratorio, así como la dificultad del idioma y la falta de contactos profesionales. Además, el proceso de convalidar títulos y obtener licencias puede llevar años y representar una inversión significativa en tiempo y dinero.
Estados Unidos alberga a 46.2 millones de inmigrantes, entre los cuales el 35% tiene educación universitaria. Sin embargo, el 20% de ellos se encuentran desempleados o subempleados, con los latinoamericanos siendo el grupo con mayor proporción de trabajadores subempleados con educación universitaria. Estos empleados ganan en promedio solo el 83.6% del salario de los trabajadores nativos.
Profesiones como medicina, farmacia, derecho y arquitectura son algunas de las más difíciles de retomar en Estados Unidos para los inmigrantes altamente cualificados. Por otro lado, profesiones relacionadas con finanzas y tecnología de la información ofrecen oportunidades más accesibles. Organizaciones como Upwardly Global buscan ayudar a inmigrantes a convalidar sus títulos y redes de contactos para facilitar su inserción laboral.
A pesar de las barreras y obstáculos que enfrentan, los inmigrantes altamente cualificados representan una oportunidad para cubrir la creciente demanda de trabajadores en Estados Unidos. Con la progresiva jubilación de la generación del baby boom, se espera una mayor apertura a la contratación de inmigrantes cualificados para ocupar puestos vacantes en diversos sectores. Estas personas son consideradas un recurso que el país debe aprovechar y maximizar en beneficio de la economía y la sociedad en general.