El número de diagnósticos de cáncer de mama en Estados Unidos ha aumentado un 1% anual desde 2012 hasta 2021, con un crecimiento más significativo entre las mujeres menores de 50 años y las mujeres de origen asiático. En la última década, se observaron mayores incrementos de este tipo de cáncer en mujeres menores de 50 años en comparación con aquellas de 50 o más. Además, las mujeres asiático-estadounidenses y de las islas del Pacífico experimentaron un mayor crecimiento en los diagnósticos de cáncer de mama en comparación con la población blanca de la misma edad.
A pesar de los avances en la detección temprana, las muertes por cáncer de mama han disminuido un 10% en la última década y un 44% desde 1989 en Estados Unidos, evitando más de 500,000 fallecimientos por esta enfermedad. Sin embargo, existen disparidades en la mortalidad según la raza, ya que las mujeres afroamericanas tienen una tasa de mortalidad un 38% superior a la de las mujeres blancas, en gran parte debido a diagnósticos tardíos y un menor acceso a un tratamiento de calidad. Del mismo modo, las mujeres indígenas americanas y nativas de Alaska tienen una tasa de mortalidad mayor a pesar de tener menos incidencia de este tipo de cáncer.
Según el informe, 1 de cada 8 mujeres será diagnosticada con cáncer de mama invasivo en algún momento de su vida, y 1 de cada 43 mujeres morirá a causa de esta enfermedad. Aunque el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos estableció la edad adecuada para comenzar a realizar mamografías a los 40 años, la Sociedad Americana del Cáncer recomienda hacerse estudios periódicos a partir de los 45 años. Es importante destacar que la detección temprana es fundamental para mejorar el pronóstico y la supervivencia en casos de cáncer de mama.
Las diferencias en los diagnósticos y la mortalidad de cáncer de mama entre distintas razas y etnias continuán siendo una preocupación en Estados Unidos. Aunque se han logrado avances significativos en la reducción de muertes por esta enfermedad, especialmente en el ámbito de la detección temprana, el acceso equitativo a un tratamiento de calidad sigue siendo un desafío para algunas comunidades. Las disparidades en la atención médica según la raza y el origen étnico resaltan la necesidad de abordar de manera efectiva las barreras que impiden un diagnóstico y tratamiento oportunos para todas las mujeres afectadas por el cáncer de mama.
El informe destaca la importancia de continuar promoviendo la conciencia sobre la prevención y detección temprana del cáncer de mama, así como abogar por un acceso equitativo a servicios de atención médica de calidad para todas las mujeres. Las organizaciones de salud y los profesionales médicos juegan un papel fundamental en la educación y orientación de las mujeres sobre la importancia de los exámenes regulares y la adopción de hábitos de vida saludables para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama. La colaboración entre el gobierno, los proveedores de atención médica y la comunidad es esencial para abordar de manera integral los desafíos y disparidades en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad en la población femenina.