El general Juan José Zúñiga, ex jefe militar de Bolivia, fue trasladado a un penal de alta seguridad en las afueras de La Paz luego de liderar un fallido intento de golpe de Estado. En medio de un fuerte dispositivo policial, Zúñiga afirmó que "en algún momento se sabrá la verdad" sobre lo sucedido y mencionó que "hay inocentes" entre los otros 21 detenidos en relación con el incidente. Fue llevado al penal de máxima seguridad de Chonchocoro, donde también está detenido preventivamente desde hace un año y medio el líder opositor Luis Fernando Camacho por la crisis política que llevó a la renuncia del expresidente Evo Morales.
Zúñiga está siendo investigado por alzamiento armado y terrorismo junto con el excomandante de la Armada, Juan Arnez, y el excomandante del ejército, Edison Irahola. Otros 14 detenidos también comparecieron ante un juez de medidas cautelares, en una audiencia realizada de manera virtual por motivos de seguridad. Todos enfrentan procesos por los mismos delitos, lo que ha sido cuestionado por sus abogados ya que no se individualizan los cargos de cada procesado. Afuera de la policía, tanto seguidores del presidente Luis Arce como familiares de los detenidos se encontraban presentes.
Opositores al presidente Arce, incluyendo a Evo Morales y líderes de organizaciones ciudadanas, han sugerido que el incidente fue un autogolpe para mejorar la popularidad del mandatario, basándose en las declaraciones de Zúñiga. Sin embargo, Arce ha negado rotundamente estas acusaciones y rechazado la versión de los hechos presentada por los opositores. Su gobierno enfrenta un aumento del malestar social debido a la deteriorada economía y el aumento del costo de vida, así como disputas internas con Morales por el liderazgo del Movimiento al Socialismo, lo que ha debilitado su posición política.
Las investigaciones sobre el intento de golpe de Estado continúan y se espera que se esclarezca la verdad sobre lo sucedido en los próximos días. La presencia de altos mandos militares y excomandantes involucrados en estos hechos ha generado gran controversia en Bolivia y ha puesto en entredicho la estabilidad política del país. Mientras tanto, Zúñiga y los demás detenidos permanecen en prisión preventiva en el penal de Chonchocoro, a la espera de nuevas medidas judiciales en el marco de la investigación por alzamiento armado y terrorismo.
La polarización política en Bolivia se ha intensificado a raíz de este incidente, con divisiones cada vez más profundas entre seguidores y opositores del gobierno de Arce. Las acusaciones de un posible autogolpe han generado un clima de incertidumbre y tensión en el país, que busca recuperar la estabilidad política y social perdida durante la crisis de 2019. La verdad sobre lo sucedido durante el intento de golpe de Estado está por conocerse, mientras la población boliviana permanece atenta a los acontecimientos que puedan marcar el futuro político de la nación andina.