Alain Delon, icónico actor y productor francés, falleció esta semana a los 88 años y expresó previamente su deseo de ser enterrado junto a su querido perro Loubo, un pastor belga malinois que adoptó en 2014. Sin embargo, tras su muerte, se generó preocupación sobre el destino del perro. Activistas por los derechos de los animales se alarmaron por esta situación y contactaron a la familia de Delon para garantizar que Loubo no fuera sacrificado y que pudiera vivir en la casa familiar en Douchy, al sur de París. Afortunadamente, la familia aseguró que Loubo tendrá un lugar en su hogar y que no será sacrificado.
La Fundación Brigitte Bardot, un reconocido grupo de derechos de los animales, se comunicó con la familia de Delon para expresar su preocupación por Loubo. Según un funcionario de la fundación, la familia aseguró que ni siquiera habían considerado la posibilidad de enterrar al perro y que este podrá vivir en la casa de Douchy. Delon era considerado un amigo de la fundación y había colaborado en la recaudación de fondos para sus causas. A pesar de que la familia de Delon no hizo comentarios públicos sobre el perro, la decisión de permitir que Loubo continúe viviendo fue bien recibida por organizaciones de protección animal en Francia.
La Sociedad Francesa para la Protección de los Animales acogió con satisfacción la decisión de la familia de permitir que Loubo continúe viviendo, a pesar de la tristeza que pueda sentir por la pérdida de Delon. El presidente de la SPA, Guillaume Sánchez, mencionó que recibieron muchas llamadas de personas preocupadas por el perro, lo que refleja la importancia de concienciar sobre el respeto y cuidado a los animales. La SPA enfatizó que no se debe sacrificar a un animal por ningún motivo, destacando que los animales son seres individuales que merecen ser tratados con dignidad y respeto, independientemente de la situación de sus dueños.
Alain Delon, uno de los actores más destacados de Francia y reconocido a nivel internacional, también fue productor y participó en obras teatrales y películas para televisión. Su legado en la industria del cine perdurará a través de sus numerosas películas y su impacto en la cultura francesa. A pesar de su deseo de ser enterrado junto a su perro Loubo, la decisión de permitir que el perro continúe viviendo en la casa familiar refleja un acto de respeto hacia los animales por parte de la familia de Delon y una enseñanza sobre el valor de brindar cuidado y protección a los seres vivos.