La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió sobre el estancamiento en la economía mundial debido a la "resaca" de la pandemia de coronavirus y algunos conflictos bélicos. Georgieva anticipó que la deuda pública mundial superará los 100 billones de dólares este año, lo que representaría el 93% de la producción económica mundial, una proporción que se espera que se acerque al 100% en 2030. También mencionó que el comercio mundial está siendo afectado por tensiones geopolíticas crecientes.
Según el FMI, el mundo ha logrado frenar la inflación que aumentó en los años 2021 y 2022, cuando las economías se recuperaron con fuerza inesperada de los bloqueos pandémicos. Esto se atribuye a la subida de tasas de interés impulsadas por la Reserva Federal y otros bancos centrales, así como a la reducción de retrasos en fábricas, puertos y almacenes de carga que habían causado escasez, demoras y aumento de precios. En los países ricos, se espera que la inflación se reduzca el próximo año al 2% que buscan los bancos centrales, y las presiones sobre los precios han disminuido sin provocar una recesión mundial.
A pesar de los progresos en la contención de la inflación, muchas personas continúan luchando contra los altos precios y la incertidumbre económica. Los líderes mundiales afirman que sus economías están relativamente saludables, pero la población común no se siente segura con respecto a sus perspectivas económicas. Georgieva advierte que la economía mundial corre el riesgo de estancarse en una senda de bajo crecimiento y elevado endeudamiento, lo que significaría menos ingresos y menos puestos de trabajo.
En general, se espera un "aterrizaje suave" en la mayoría del mundo, marcado por una disminución de la inflación y una estabilidad económica. Sin embargo, la directora del FMI enfatiza que la situación económica sigue siendo desafiante para muchas personas, que experimentan dificultades para gestionar los altos precios y la incertidumbre. Los líderes mundiales han sido optimistas sobre la recuperación económica, pero la percepción de la población común es más cautelosa en cuanto a sus perspectivas económicas futuras.