En Aviñón, Dominique Pelicot está siendo juzgado por drogar a su esposa durante años, permitiendo que otros abusaran sexualmente de ella mientras estaba inconsciente. El acusado, de 71 años, fue hospitalizado debido a problemas de salud, lo que ha suspendido temporalmente el proceso judicial. Su abogada explicó que tuvo síntomas de infección urinaria y no recibió atención adecuada durante el fin de semana.
El presidente del Tribunal indicó que Pelicot no podrá declarar como estaba previsto debido a su estado de salud. A pesar de esto, el proceso continuará con la intervención de un perito para evaluar la salud del acusado. La abogada insistió en la necesidad de aplazar el juicio y negó que fuera una maniobra para evitar declarar. Pelicot, que estaba ansioso por hablar en el juicio, se vio impedido debido a su condición médica inesperada.
Durante la sesión, se mencionó que la víctima no dio su consentimiento para las relaciones sexuales con los 50 hombres que fueron identificados en los archivos incautados. Estaba bajo los efectos de ansiolíticos administrados por Pelicot y su inconsciencia anulaba su voluntad. Algunos de los acusados alegan no ser conscientes de que la mujer estaba drogada, lo que es la base de su defensa para evitar una condena por violación agravada.
La estrategia de defensa se basa en que los acusados eran simplemente ejecutores de un plan organizado por Pelicot, desde el contacto por internet hasta la preparación de las sesiones. Durante la audiencia, se reveló que los acusados tenían conocimiento de la situación de la víctima, pero algunos niegan esta información. Se mencionó una grabación donde un acusado hizo un gesto que fue interpretado de manera diferente por la abogada defensora, generando reacciones del público presente en la sala.
En los archivos de Pelicot se encontraron imágenes de otros individuos abusando de la víctima, pero no han sido identificados. La defensa continúa argumentando la supuesta ignorancia de los acusados sobre la situación de la mujer drogada, mientras que las pruebas presentadas muestran el sufrimiento de la víctima durante los abusos. El juicio sigue su curso a pesar de la hospitalización del acusado, con la intervención de peritos y la presentación de pruebas para esclarecer los hechos.