En septiembre pasado, el Gobierno Central de la República Dominicana ejecutó RD$98,871.5 millones en iniciativas relacionadas con el cambio climático, lo que equivale al 65.0% del presupuesto vigente y al 1.3% del producto interno bruto (PIB), según el informe mensual de ejecución presupuestaria de la Dirección General de Presupuesto (Digepres). De este total, RD$28,751.0 millones tuvieron un impacto positivo, mientras que RD$70,120.4 millones generaron un impacto negativo, principalmente vinculados a la generación de energía eléctrica a partir de fuentes termoeléctricas.
En cuanto a la distribución de los recursos, la mayor parte se destinó a la finalidad de servicios económicos, representando el 94.0% del total de gastos ejecutados, con un monto de RD$92,951.8 millones. Este monto se reflejó en diversas funciones, como energía y combustible, transporte, minería, manufactura, construcción, agropecuaria, caza, pesca y silvicultura. Por otro lado, la finalidad de Protección del Medio Ambiente representó el 5.3% del gasto total, con una ejecución de RD$5,205.6 millones, la mayoría invertidos en la protección de la biodiversidad y la gestión de desechos.
En relación a las actividades enfocadas en reducir las desigualdades e inequidades de género, el Gobierno Central destinó RD$2,507.5 millones. La mayor parte de este presupuesto, un 73.9%, fue ejecutado en servicios sociales, destacándose la protección social. Asimismo, los servicios generales representaron el 19.3% del total ejecutado, con una asignación significativa a la administración general para transversalizar el enfoque de género en la gestión pública. Los servicios económicos representaron el 6.7% del total, con enfoque en fortalecer la autonomía económica de las mujeres a través de iniciativas relacionadas con asuntos laborales.
En resumen, el Gobierno Central de la República Dominicana ejecutó un importante monto de recursos en iniciativas relacionadas con el cambio climático en septiembre pasado. Estos fondos se distribuyeron principalmente en servicios económicos y en la protección del medio ambiente, así como en actividades para reducir las desigualdades e inequidades de género. Se destaca la inversión en la protección de la biodiversidad y la gestión de desechos, así como en fortalecer la autonomía económica de las mujeres a través de servicios sociales y generales. Es importante seguir monitoreando la ejecución de estos recursos para garantizar su eficiencia y el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.