El año pasado, varios influencers como Remi Lucidi, Little Qiumei, Inessa Polenko, Diego Santos y Brother Three Thousand se convirtieron en noticia al fallecer en la búsqueda de contenido para sus redes sociales. Rylo Huncho, un rapero, se disparó accidentalmente en la cabeza durante una transmisión en vivo en TikTok, donde muchos artistas buscan obtener "recompensas" de los usuarios. Otro caso fue el de Brother Three Thousand, quien murió al participar en un desafío que consistía en beber varias botellas de alcohol. Estos influencers, que surgieron de las redes sociales, pueden influir de manera positiva pero también arriesgan su vida en la búsqueda de seguidores y likes.
La psicóloga Clarissa Gutiérrez explica que los influencers pueden desarrollar cierta adicción a la dopamina liberada cuando reciben likes y comparten contenido, lo que puede llevarlos a arriesgar su vida en busca de recompensas. Aunque muchos influencers son extrovertidos, arriesgados y con confianza en sí mismos, también pueden experimentar altos niveles de autoexigencia y ansiedad, lo que los impulsa a realizar actividades peligrosas para alcanzar sus metas. La búsqueda de cumplir objetivos y crecer puede llevarlos a adoptar comportamientos riesgosos e incluso adoptar una conducta no favorable para ellos mismos y sus seguidores.
Los influencers generan emociones positivas y negativas en quienes los siguen, inspirando e intrigan en el proceso de compartir sus experiencias. Pueden tener una influencia tanto positiva como negativa en el comportamiento de sus seguidores, imitando acciones que contribuyen al crecimiento personal pero también exponiéndolos a situaciones vulnerables y riesgosas. En un mundo donde las redes sociales son fundamentales para la comunicación e interacción, es importante consumir contenido de forma responsable, equilibrada y consciente, teniendo en cuenta lo correcto y lo arriesgado. La inteligencia emocional es vital para identificar qué acciones seguir y cuáles podrían suponer un peligro para la vida.
La psicóloga Gutiérrez recomienda trabajar en la seguridad en uno mismo para desarrollar una identidad propia y discernir entre acciones seguras e inseguras. Es esencial tener en cuenta las consecuencias de seguir a influencers que puedan arriesgar su vida por likes y seguidores, y fomentar un consumo consciente y equilibrado del contenido. Los influencers deben llevar un control saludable de la dinámica con sus seguidores y no sacrificar su bienestar por la adicción a la recompensa emocional que generan en su audiencia. La búsqueda de popularidad y seguidores no debe ser a costa de la propia vida ni de la seguridad de los seguidores que imitan sus acciones.