La inmunidad parcial concedida al expresidente Donald Trump por el Tribunal Supremo de Estados Unidos protege sus actos "oficiales" como mandatario, pero no los "no oficiales". Esta decisión retrasará probablemente el juicio en su contra por cargos federales de subversión electoral, lo que podría permitirle evitar comparecer ante otra corte antes de las elecciones del 5 de noviembre, donde podría enfrentarse con el presidente actual, Joe Biden.
Trump ya ha pasado tiempo en una corte en Nueva York este año por delitos penales, convirtiéndose en el primer expresidente en ser declarado culpable de un delito penal. El caso de inmunidad ante el Supremo surge de un gran jurado que le imputó tres cargos por intentar revertir los comicios y por instigar el asalto al Capitolio en enero de 2021. La defensa ha solicitado la anulación del juicio argumentando que Trump goza de inmunidad por haber sido presidente en ese momento.
Históricamente, los presidentes en funciones en Estados Unidos han gozado de inmunidad absoluta frente a procesos judiciales relacionados con sus funciones para evitar una violación a la separación de poderes. La defensa de Trump busca extender esta inmunidad a los expresidentes por actos cometidos durante su mandato, pero la Fiscalía argumenta que nadie está por encima de la ley. La decisión del Tribunal Supremo podría tener implicaciones para otros casos que enfrenta Trump en Georgia y Florida.
La decisión del Tribunal Supremo supone una victoria para Trump al proteger sus actos "oficiales" como presidente, lo que podría dejarlo en una posición favorable en su caso pendiente. La defensa de Trump ha tratado de hacer valer la inmunidad que históricamente han tenido los presidentes en funciones, argumentando que también se extiende a los expresidentes. Sin embargo, la Fiscalía defiende que todos deben cumplir con la ley, incluido Trump.
La resolución del Tribunal Supremo retrasará el juicio de Trump por cargos de subversión electoral, permitiéndole mantenerse alejado de los tribunales antes de las elecciones. A pesar de esta inmunidad parcial, Trump ya ha pasado por un proceso judicial en Nueva York este año y enfrenta otros casos en Georgia y Florida. La defensa busca extender la inmunidad a los expresidentes por actos relacionados con su mandato, mientras que la Fiscalía argumenta que todos deben ser responsables ante la ley, independientemente de su cargo político. La decisión del Tribunal Supremo tendrá implicaciones significativas en cuanto a la responsabilidad legal de los exmandatarios en casos futuros.