El partido Agrupación Nacional experimentó un aumento del apoyo entre las mujeres votantes en las elecciones europeas de 2019 a 2024, pasando del 19% al 30%, lo que representa una ganancia de diez puntos. Esto se debe en parte a la normalización del partido, la imagen de Marine Le Pen como una figura fuerte y un voto preocupado por la seguridad. Un sondeo mostró que el 32% de las mujeres votaron por RN, ligeramente por delante de los hombres. Esta tendencia marca el fin de la brecha de género con respecto a la derecha radical.
Esta alineación del comportamiento de voto masculino y femenino hacia el principal partido de extrema derecha se ha observado desde 2012 y se acentuó en las elecciones europeas recientes. A modo de comparación, Jean-Marie Le Pen recibió el 26% del voto masculino en las elecciones presidenciales de 2002, mientras que solo el 11% de las mujeres votaron por él. La socióloga Mariette Sineau confirma que ya no se puede hablar de una "brecha de género" cuando se trata de AN. Marine Le Pen ha hecho un uso estratégico de su género para atraer a las mujeres, mostrándose como una luchadora con responsabilidades familiares.
Un estudio realizado por la encuestadora Ifop mostró un crecimiento del voto femenino hacia Agrupación Nacional de +13% desde 2019. El politólogo Jérôme Fourquet señala que este aumento en el apoyo femenino se debe a la preocupación cada vez mayor por la seguridad, especialmente en relación con el riesgo de agresiones físicas o sexuales. Sin embargo, organizaciones feministas de izquierda están alarmadas por este fenómeno. Céline Piques, de la organización Osez le féminisme, expresa su preocupación por el hecho de que las mujeres voten por un partido cuyas políticas podrían ser perjudiciales para ellas.
En medio de este crecimiento del apoyo femenino a la extrema derecha, algunas feministas han denunciado la estrategia de Marine Le Pen de utilizar la defensa de los derechos de las mujeres como un pretexto para señalar al Islam como la principal amenaza para ellas. Algunas asociaciones feministas convocaron una jornada de acción en toda Francia para denunciar la obsesión de la extrema derecha por socavar los derechos y libertades de las mujeres. La especialista en pensamiento feminista, Camille Froidevaux-Metterie, destaca la importancia de combatir esta retórica y enfrentar las políticas que podrían afectar negativamente a las mujeres.
En conclusión, el aumento del apoyo femenino a la Agrupación Nacional ha marcado el fin de la brecha de género en relación con la derecha radical en Francia. La estrategia de Marine Le Pen y otros líderes del partido para atraer a las mujeres votantes ha sido efectiva, especialmente al abordar temas de seguridad y preocupaciones vinculadas con la vida cotidiana. Sin embargo, las organizaciones feministas de izquierda han expresado su preocupación por el apoyo de las mujeres a un partido cuyas políticas podrían no ser beneficiosas para ellas. La lucha contra la retórica de la extrema derecha y la defensa de los derechos de las mujeres se han convertido en prioridades importantes en el panorama político actual.