Antonia María Teresa Mirabal Reyes, nacida el 15 de octubre de 1936 en Ojo de Agua, Salcedo, fue una agrimensora y activista política dominicana. A pesar de ser la menor de las tres hermanas Mirabal, su indignación por la tiranía trujillista la llevó a ser una de las mujeres que en enero de 1959 conspiraron para crear el movimiento 14 de Junio.
Como parte de su activismo político, Antonia estuvo encarcelada en La 40 y La Victoria. A pesar de los peligros que implicaba desafiar al régimen de Trujillo, no dudó en luchar por sus ideales de libertad y justicia. Su valentía y determinación la llevaron a formar parte de un grupo de mujeres que se opuso activamente al gobierno dictatorial.
Trágicamente, Antonia fue asesinada junto a sus hermanas Minerva y Patricia en La Cumbre, de Puerto Plata, el 25 de noviembre de 1960. Su sacrificio y el de sus hermanas se convirtieron en un símbolo de resistencia y lucha contra la opresión. La fecha de su asesinato, el 25 de noviembre, se ha establecido como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en su honor.
En otras efemérides históricas, el rey Carlos I de España confirió a Hernán Cortés el título de gobernador y capitán general de la Nueva España en 1522. Napoleón arribó a la Isla de Santa Elena en 1815, donde pasaría sus últimos años. En 1846, en México, el ejército patriota defendió el Puerto de Alvarado contra la invasión estadounidense. En 1872, nació el filósofo uruguayo Carlos Vaz Ferreira y en 1874 se estableció la Academia Ecuatoriana de la Lengua en Quito. Por último, en 1949, las tropas comunistas entraron en Cantón, marcando el final de la guerra civil china.
El legado de Antonia María Teresa Mirabal Reyes y sus hermanas sigue vivo en la memoria colectiva de la República Dominicana y de todo el mundo. Su lucha por la libertad y la justicia ha inspirado a generaciones de activistas y defensoras de los derechos humanos. En un mundo donde la violencia contra las mujeres sigue siendo una realidad, su ejemplo nos recuerda la importancia de la valentía y la solidaridad en la lucha por un mundo más justo y equitativo.
A través de eventos conmemorativos y homenajes, se rinde tributo a las hermanas Mirabal y a todas las mujeres que han luchado y siguen luchando por un mundo libre de violencia y opresión. El legado de Antonia, Minerva, y Patricia Mirabal es un recordatorio de que la resistencia y la lucha por la justicia son indispensables para construir un futuro mejor para todos. En su memoria, continuamos la lucha por un mundo donde la igualdad y la dignidad sean una realidad para todas las personas.