Ana Josefa García, una médico militar que decapitó a su hija de seis años en Santo Domingo Este, ha generado conmoción en la sociedad dominicana. El pastor Ezequiel Molina Sánchez, vicepresidente del Ministerio Evangelístico La Batalla de la Fe, ha señalado que su condición mental no se debe a su trabajo en el Ejército de la República Dominicana ni a su afiliación a la iglesia Monte Moriah. Molina Sánchez destacó que las enfermedades mentales son una realidad en aumento en el país y en el mundo, y que la iglesia cristiana ha sido un ente de esperanza ante los problemas espirituales y mentales del ser humano.
El pastor criticó a quienes han vinculado la fe al crimen cometido por Ana Josefa, señalando que esto revela un alto nivel de ignorancia. Además, rechazó la idea de culpar a las Fuerzas Armadas a las que pertenece la acusada. Molina Sánchez enfatizó que la iglesia ha sido un lugar donde la mujer ha enfrentado sus propias batallas y destacó la importancia de brindar apoyo y esperanza a aquellas personas que lo necesitan. A pesar de lamentar lo sucedido, el pastor expresó su deseo de que Ana Josefa pueda recuperarse.
El concilio Iglesia de Dios, a la que pertenece Ana Josefa, lamentó el crimen y pidió un trato digno y ético en la difusión de información relacionada con el caso. Asimismo, solicitó al Gobierno la implementación de más políticas públicas para el tratamiento de la salud mental de los dominicanos, garantizando un acceso equitativo y servicios de calidad en este ámbito. La institución instó a que la justicia esclarezca lo sucedido y que se incluyan profesionales de la salud especializados en psiquiatría y neuropsicología en el proceso.
Ana Josefa fue arrestada en flagrante delito por la Policía Nacional y el Juzgado de Atención Permanente del Distrito Judicial de Santo Domingo Este impuso 12 meses de prisión preventiva como medida de coerción. El crimen ha sido calificado provisionalmente como homicidio con premeditación y asechanza según el Código Penal Dominicano. El concilio Iglesia de Dios pidió que se garantice el derecho a no ser discriminado por su condición mental durante el proceso judicial, y abogó por un correcto uso del derecho por parte del Ministerio Público.
En medio de esta tragedia, diferentes actores han llamado a un trato digno y ético en la información sobre el caso, así como a la implementación de políticas públicas para abordar el problema de la salud mental en la República Dominicana. La iglesia cristiana, representada por el pastor Molina Sánchez, ha reafirmado su compromiso de brindar apoyo espiritual y esperanza a aquellos que lo necesitan. La situación de Ana Josefa García ha puesto de manifiesto la importancia de abordar las enfermedades mentales de manera efectiva y sensible en la sociedad dominicana.