En zonas como La Zurza, rivera del río Ozama, Los Guandules y La Ciénega, los residentes están acostumbrados a vivir con el tormento de ver sus casas inundadas y sus pertenencias dañadas debido a las inundaciones y fenómenos atmosféricos. Es una situación dolorosa y común para ellos. Algunos residentes, como Juana Ozoria, temen dejar sus hogares solos por miedo a los robos, por lo que optan por quedarse en casa de un vecino para proteger sus pertenencias. Otros, como Ramón Antonio Reyes, se enfrentan a la difícil decisión de aceptar una pequeña cantidad de dinero por dejar sus viviendas y la incertidumbre de no saber dónde serán reubicados junto a sus familias.
A pesar de las advertencias de emergencia debido al huracán Beryl, algunos residentes, como Juan Naranjo en Los Coordinadores en Sabana Perdida, desconocen la llegada del huracán. Se han acostumbrado a vivir con el agua hasta los tobillos y sienten que las autoridades no hacen nada para prevenir las inundaciones. En el río Ozama, otra zona vulnerable, los residentes no han visto acciones de la Defensa Civil y se sienten desprotegidos ante el posible impacto del huracán.
En el complejo habitacional La Zurza, las familias están preocupadas por no haber sido reubicadas y temen quedarse en las calles durante el huracán. Exigen la intervención del presidente Luis Abinader en el caso. La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) está trabajando en reubicar a las familias restantes, pero explican que solo los propietarios califican para los apartamentos y los no reubicados deben acudir a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte Opret, que lleva el control de los casos por cuestiones jurídicas.
En La Zurza, la falta de respuesta efectiva a las inundaciones y la falta de reubicación de las familias vulnerables ha generado preocupación y temor entre los residentes. Muchos sienten que las autoridades no están tomando medidas suficientes para protegerlos de los desastres naturales y se sienten abandonados en medio de la crisis. La incertidumbre sobre su futuro y la seguridad de sus hogares es una constante fuente de estrés para las familias en estas zonas.
A medida que el huracán Beryl se acerca, los residentes de áreas vulnerables como La Zurza, Los Guandules y La Ciénega enfrentan el temor de quedarse sin hogar y de perder sus pertenencias. La falta de preparación y de medidas preventivas por parte de las autoridades aumenta la sensación de desamparo entre la población. Es necesario que se tomen acciones urgentes para proteger a estas comunidades y prevenir futuras tragedias causadas por fenómenos naturales como las inundaciones y los huracanes. La seguridad y el bienestar de los residentes deben ser una prioridad para las autoridades y es fundamental que se tomen medidas eficaces para garantizar su protección.