Ayer en Pedernales, una provincia declarada en alerta roja por el huracán Beryl, la situación estuvo relativamente tranquila, con reportes que indicaban que los efectos del huracán serían más severos en esta zona. A pesar de esto, las autoridades tomaron medidas preventivas para evitar posibles daños y pérdidas, especialmente pérdidas humanas.
La Defensa Civil visitó los sectores más vulnerables de la provincia, como Los Robles, Los Guayacanes, Los Altagracianos y Los Cayucos, para brindar orientación a los residentes. La gobernadora de Pedernales informó que unas cuatro familias fueron trasladadas a albergues, de forma voluntaria, dispuestos por las autoridades. Además, se reportó que un ventarrón derribó el techo de una vivienda cerca del Banco de Reservas, lo que pudo haber causado un desastre, pero por suerte no hubo daños mayores.
En Barahona, los fuertes vientos provocaron que las olas penetraran en el balneario Los Patos, derribando casetas comerciales. A pesar de esto, no se han reportado daños materiales significativos ni pérdidas humanas en la zona. Por otro lado, el huracán Beryl se encontraba a unos 200 kilómetros al sur/sureste de Isla Beata, con vientos máximos sostenidos de 250 kph, y se desplazaba hacia el oeste/noroeste a unos 35 kph. A pesar de mantenerse como categoría 4, el día transcurrió sin lluvias importantes ni vientos fuertes en la región.
En Pedernales se mantuvo un monitoreo constante por parte de las autoridades durante todo el día y parte de la noche, brindando asistencia a personas afectadas con alimentos provistos por los Comedores Económicos. La gobernadora aseguró que se repararía el techo de la vivienda de la familia Pérez, que fue derribado por el ventarrón. A pesar de la calma relativa en Pedernales, la alerta roja seguía vigente y las autoridades estaban alerta ante cualquier cambio en la situación.
En resumen, la situación en Pedernales y Barahona tras el paso del huracán Beryl fue relativamente tranquila, con algunos incidentes menores como el derribo de un techo y casetas comerciales. Las autoridades tomaron medidas preventivas para evitar daños y pérdidas mayores, brindando asistencia a las personas afectadas. A pesar de mantenerse como categoría 4, el huracán Beryl no causó lluvias importantes ni vientos fuertes en la región, lo que ayudó a mantener la calma en la zona.