Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto el mecanismo por el cual las antraciclinas, un grupo de antibióticos utilizados en el tratamiento del cáncer, dañan el corazón de los pacientes que los reciben. Este grupo de fármacos es el más utilizado en el tratamiento de personas que sobreviven al cáncer, pero su efecto secundario en el corazón puede provocar insuficiencia cardíaca crónica en aproximadamente el 5% de los pacientes. A pesar de que este efecto secundario se conoce desde hace tiempo, todavía no se han desarrollado tratamientos efectivos para proteger el corazón durante el tratamiento con antraciclinas.
El equipo de investigadores del Laboratorio Traslacional para la Imagen y la Terapia Cardiovascular del CNIC ha identificado en detalle el proceso de "toxicidad cardíaca" causado por las antraciclinas en el metabolismo del corazón. Han descubierto que las antraciclinas alteran las mitocondrias, que son las fuentes de energía dentro de las células, lo que dificulta la llegada de energía al corazón. Esta alteración provoca una atrofia de las células cardíacas, reduciendo su volumen y comprometiendo la función cardíaca a largo plazo. Para contrarrestar estos efectos, los investigadores han propuesto el uso de una dieta hiperproteica y rica en ácidos grasos Omega 3 como una posible terapia preventiva.
El equipo del CNIC está llevando a cabo un estudio con resultados preliminares prometedores que sugiere que una dieta especial con suplementos de proteínas y ácidos grasos Omega 3 podría ayudar a proteger el corazón de los efectos nocivos de las antraciclinas. Están considerando la realización de un ensayo clínico en pacientes con alto riesgo de desarrollar toxicidad cardíaca durante el tratamiento con antraciclinas para evaluar la eficacia de esta terapia nutricional especial. Los resultados preliminares sugieren que esta intervención podría ser beneficiosa para prevenir la cardiotoxicidad y proteger la función cardíaca de los pacientes.
La identificación de los mecanismos moleculares responsables del daño cardíaco causado por las antraciclinas permitirá desarrollar intervenciones tempranas para proteger el corazón de los efectos secundarios de estos fármacos. El uso de una dieta hiperproteica y rica en ácidos grasos Omega 3 podría ser una estrategia efectiva para prevenir la atrofia de las células cardíacas y preservar la función cardíaca a largo plazo en pacientes que reciben antraciclinas. Los investigadores del CNIC están avanzando en la investigación para probar la eficacia de esta terapia nutricional especial en pacientes en tratamiento con antraciclinas.
Los resultados preliminares del estudio sugieren que una dieta hiperproteica y rica en ácidos grasos Omega 3 podría ser una terapia potencial para prevenir la toxicidad cardíaca causada por las antraciclinas en pacientes en tratamiento contra el cáncer. Estos hallazgos podrían tener un impacto significativo en la mejora de la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes que reciben tratamiento con antraciclinas, al proteger su corazón de los efectos nocivos de estos fármacos. La realización de un ensayo clínico en pacientes con alto riesgo de toxicidad cardíaca durante el tratamiento con antraciclinas permitirá evaluar la efectividad de esta terapia nutricional especial y su potencial para mejorar los resultados clínicos en estos pacientes.