Brasil se encuentra actualmente enfrentando una epidemia sin precedentes de dengue, con más de dos millones de casos registrados desde principios de año y se estima que alcanzará los 4,2 millones de casos para finales de año. En medio de esta crisis, surge la posibilidad de utilizar la bacteria Wolbachia como solución. Esta bacteria, transmitida a los mosquitos Aedes aegypti portadores del dengue, inhibe la propagación del virus. El Instituto Fiocruz de Río de Janeiro se encarga de cultivar la Wolbachia, y el método se está aplicando caso por caso en colaboración con el Ministerio de Salud en diferentes ciudades de Brasil.
El biólogo Diogo Chalegre explica que el método, originario de Australia, simula la temperatura ambiente ideal para el desarrollo de las larvas de los mosquitos portadores de dengue. Este proceso requiere una inversión por parte de las alcaldías, que calculan un costo entre 30 y 50 reales por habitante. A pesar de ser un gasto único, es necesaria la cooperación política para implementar el método de forma efectiva y combatir la epidemia de dengue en el país. Actualmente, cinco ciudades están experimentando con el método y otras siete comenzarán en 2024.
En la ciudad de Niteroi, ubicada en Río de Janeiro, se ha aplicado con éxito el método Wolbachia de manera completa en 2023. Este experimento, que comenzó en 2015 por barrios, ha demostrado una reducción del 70% en los casos de dengue. Para cubrir completamente la ciudad, los "wolbitos" deben ser liberados en todas las calles, lo que a veces genera temor entre los residentes. Raïssa Vieira, una trabajadora sanitaria comunitaria, ha estado informando a la población local sobre los beneficios de esta medida en las favelas, donde el riesgo de propagación del dengue es mayor debido a la falta de alcantarillado y aguas estancadas.
A pesar de la presencia de la bacteria Wolbachia, es importante tomar medidas preventivas para evitar la proliferación de mosquitos y el dengue. Residentes como Bertoldo y Rita en Niteroi mantienen sus casas limpias y realizan tareas para evitar la acumulación de agua, pero lamentan la falta de responsabilidad de algunos vecinos que podrían contribuir a la propagación de la enfermedad. Consideran que el Estado y las autoridades locales deben invertir más en campañas de información y sensibilización para concientizar a la población sobre la importancia de prevenir el dengue. En este contexto, la colaboración de todos es esencial para combatir esta epidemia.