Israel ha llevado a cabo bombardeos en el sur de Líbano, causando la muerte de cientos de personas y desplazando a más de 90.000 personas, según la ONU. Hezbolá, un grupo libanés proiraní, también ha lanzado misiles a Tel Aviv, lo que ha generado dudas sobre si están limitando voluntariamente sus ataques a Israel.
Según el analista Jesús Pérez Triana, solo los líderes de Hezbolá pueden confirmar si están limitando sus ataques. Pérez menciona que Hezbolá podría estar consciente de cuántos arsenales han perdido y necesitan demostrar su capacidad de poder. Sin embargo, considera que a Hezbolá no le interesa llegar al conflicto total ya que los arsenales fueron cedidos por Irán, y este último no desea que Hezbolá provoque un conflicto mayor.
Pérez señala que Irán pretende conservar los arsenales y la capacidad de atacar a Israel en caso de un conflicto regional, por lo que es posible que existan órdenes de Teherán para limitar el uso de los arsenales en este momento. El analista considera que se intenta mantener un equilibrio entre demostrar fuerza y evitar una respuesta total por parte de Israel.
La situación actual entre Israel y Hezbolá muestra signos de un conflicto latente en el que las partes están tratando de mostrar poder sin llegar a un enfrentamiento total. Según Pérez, Hezbolá está jugando un papel como peón en el tablero de juegos de Irán y es probable que se esté siguiendo una estrategia de contención para no provocar una escalada mayor en el conflicto.
A pesar de los bombardeos y los ataques de misiles, no se puede asegurar con certeza si Hezbolá está limitando voluntariamente sus ataques a Israel en este momento. Sin embargo, los expertos sugieren que la situación podría deberse a una estrategia de contención por parte de Irán para conservar los arsenales y evitar un conflicto mayor en la región. Mientras tanto, la violencia continúa en la zona con un alto número de víctimas y desplazados.