Los padres de Donally Martínez expresaron su rechazo a la condena de 15 años de prisión impuesta al asesino de su hijo, el policía Alejandro Castro Cruz, y planean presentar un recurso de apelación. Consideran que la sentencia no envía un mensaje claro a los uniformados que continúan haciendo daño a la ciudadanía en el país. Aseguran que seguirán luchando por justicia.
Anthony Martínez, padre de la víctima, expresó su desacuerdo con la sentencia, mencionando que en su casa cenan con lágrimas muchas veces debido a la ausencia de su hijo. Por su parte, Maridania Tejada, madre de Donally, también rechazó la sentencia pero reconoció que lograron mucho al obtener esa condena con la ayuda de Dios.
El abogado de la familia alegó que durante la audiencia se presentaron pruebas que demostraban que el policía planificó y organizó el crimen, lo que justificaría una condena de 30 años de cárcel. Afirmaron que todas las pruebas presentadas durante el juicio apuntaban a que se trató de un asesinato premeditado y que el policía debería haber sido condenado a una pena más alta.
El tribunal de Santiago determinó que el policía no actuó en el ejercicio de sus funciones como agente de policía, sino que violó los protocolos establecidos para salvaguardar la vida de los ciudadanos. Durante la audiencia, la Fiscalía de Santiago presentó evidencias periciales, materiales y testimoniales que respaldaban la necesidad de imponer la pena privativa de libertad.
La Fiscalía de Santiago desmintió la teoría de la defensa que argumentaba una provocación como excusa legal para el crimen, afirmando que la provocación no tuvo lugar en un escenario con interrupciones. La condena se basó en los artículos del Código Penal Dominicano que establecen sanciones por abuso de autoridad, golpes y heridas, así como homicidio voluntario.
El tribunal concluyó que el policía actuó con la intención de quitarle la vida a Anthony Martínez, alcanzando con su disparo a su hijo Donally, de 11 años. Los padres del niño fallecido continúan buscando justicia y planean apelar la sentencia en búsqueda de una condena más severa para el responsable del crimen.