Las autoridades federales acusaron al ex intérprete de Shohei Ohtani de fraude bancario por supuestamente robar más de 16 millones de dólares del jugador de los Dodgers de Los Ángeles para cubrir apuestas y deudas de juego. El intérprete, Ippei Mizuhara, habría abusado de la confianza de Ohtani y aprovechado la barrera del idioma para acceder a una cuenta bancaria y retirar fondos para financiar sus apuestas deportivas ilegales. Mizuhara, quien era una presencia constante junto a Ohtani en los estadios de béisbol, se convirtió en el "mánager de facto" de la estrella, permitiéndole realizar retiros de dinero de manera fraudulenta.
El fiscal federal Martín Estrada aseguró que Mizuhara estaba tan involucrado en la vida y la carrera de Ohtani que se convirtió en una figura de confianza para el jugador, lo que le permitió cometer el fraude sin ser descubierto durante un tiempo. A pesar de esto, Estrada mencionó que no hay evidencia de que Ohtani estuviera al tanto de las acciones de su intérprete y que ha cooperado con los investigadores. De esta manera, Ohtani es considerado una víctima en este caso, según las autoridades. La denuncia penal detalla el esquema a través de mensajes de texto, registros financieros y grabaciones de llamadas, mostrando que Mizuhara era consciente de que el fraude había sido descubierto.
El anuncio del jueves puso fin a semanas de especulaciones sobre los problemas de juego admitidos por Mizuhara, así como a la amplia investigación federal que se llevó a cabo sobre este caso. Mizuhara podría enfrentar hasta 30 años en prisión si es declarado culpable de fraude bancario. Su abogado no hizo comentarios al respecto, y se espera que Mizuhara comparezca ante un tribunal federal en los próximos días. El escándalo ha generado controversia en torno a la relación entre los intérpretes y los jugadores de béisbol, así como la importancia de la confianza y la transparencia en este tipo de relaciones laborales.
El impacto del fraude bancario cometido por el ex intérprete de Shohei Ohtani ha generado preocupación en la comunidad del béisbol, especialmente en lo que respecta a la confianza que se deposita en las personas que trabajan estrechamente con los jugadores. La presencia constante de Mizuhara junto a Ohtani en los estadios de béisbol y la confianza que el jugador depositaba en él han sido clave en la comisión del delito, lo que subraya la importancia de establecer límites claros en las relaciones laborales entre intérpretes y deportistas. Las autoridades han destacado la colaboración de Ohtani en la investigación y lo han considerado como una víctima en este caso.
El enredo de fraude bancario en el que se vio involucrado el intérprete de Shohei Ohtani ha puesto en tela de juicio la integridad de las relaciones laborales en el mundo del béisbol profesional. La habilidad de Mizuhara para acceder a una cuenta bancaria y retirar fondos en nombre de Ohtani evidencia la vulnerabilidad de los jugadores ante posibles abusos por parte de personas de confianza. La posible condena de hasta 30 años de prisión para Mizuhara refleja la gravedad del delito cometido y subraya la importancia de establecer mecanismos de control y supervisión en este tipo de relaciones laborales. La cooperación de Ohtani con las autoridades ha sido fundamental para esclarecer los hechos y buscar justicia en este caso.