Las expertas de la ONU destacaron que a pesar de los avances significativos en los derechos de las mujeres y las niñas en la República Dominicana, todavía existe la necesidad de redoblar esfuerzos para construir una cultura de igualdad de género y libre de violencia. A pesar de que el país ha progresado en su arquitectura normativa e institucional en materia de igualdad de género, todavía existen niveles alarmantes de violencia contra las mujeres y niñas, pobreza y desarrollo socioeconómico desigual, así como estereotipos de género arraigados en diferentes aspectos de la vida diaria.
Las normas culturales en República Dominicana refuerzan roles de género discriminatorios que limitan las oportunidades de las mujeres y las niñas en todos los sectores. La participación política y pública, así como en la fuerza laboral, es limitada para las mujeres en el país debido a responsabilidades familiares y de cuidado, así como el acceso limitado a empleos de calidad. Además, las altas tasas de uniones, matrimonios y embarazos infantiles y adolescentes también impactan negativamente en las oportunidades educativas, económicas y profesionales de las niñas y jóvenes en el país.
La situación de pobreza y desigualdad persistente en la República Dominicana exacerban las experiencias de discriminación y exclusión que viven muchas mujeres y niñas, según las expertas de la ONU. Las mujeres y niñas en situaciones de mayor vulnerabilidad incluyen niñas y adolescentes, mujeres y niñas migrantes, víctimas y sobrevivientes de trata y explotación sexual, mujeres privadas de libertad, mujeres y niñas con discapacidad y LBTQI+.
Las mujeres y niñas en República Dominicana se enfrentan a diversas formas de violencia de género, incluyendo en el trabajo, las escuelas y el espacio digital. Las tasas de feminicidios y agresiones sexuales siguen siendo elevadas en el país, a pesar del establecimiento de un sistema nacional de casas de acogida. Aún queda camino por recorrer para abordar efectivamente las raíces de la violencia, y se necesitan intervenciones como una ley integral que reconozca todas las formas de violencia, programas de prevención, educación sobre igualdad de género y acceso a servicios y justicia para las víctimas.
A pesar del aumento del diálogo nacional sobre los derechos reproductivos en República Dominicana, preocupa a las expertas de la ONU que el país tenga una de las leyes sobre el aborto más restrictivas del mundo. Se destaca la necesidad de garantizar el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo de acuerdo con normas internacionales. El Grupo de Trabajo ve este momento como una oportunidad decisiva para las autoridades recién elegidas de reducir las brechas de género, acelerar la igualdad sustantiva y reafirmar los derechos humanos de las mujeres y las niñas en el país.
Finalmente, el Grupo de Trabajo presentará su informe final al Consejo de Derechos Humanos en junio de 2025. Es crucial que República Dominicana continúe trabajando en la promoción de la igualdad de género y la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas para garantizar un futuro más igualitario y seguro para todas las personas en el país.