El actor francés Michel Blanc falleció a los 72 años por un ataque al corazón, causando conmoción en Francia, donde era reconocido por su trabajo en películas como 'Les Bronzés'. Inició su carrera en Le Splendid en los años 70, interpretando papeles de perdedor simpático en comedias. El personaje de Jean-Claude Dusse en 'Les Bronzés' lo consagró, seguido por películas como 'Tenue de soirée', donde interpretó a un hombre que descubre su homosexualidad, recibiendo premios por su actuación en Cannes.
En las décadas de los 80 y 90, Blanc participó en películas de diversos géneros y trabajó con directores extranjeros como Peter Greenaway, Robert Altman y Roberto Benigni. También incursionó en la dirección con filmes como 'Marche à l’ombre' en 1984. Su éxito como director llegó con 'Embrassez qui vous voudrez' en 2002, seguido de grandes éxitos comerciales como 'Les Bronzés 3′ y 'Je vous trouve très beau'.
Tras recibir un premio César en 2012 por su trabajo en 'L’Exercice de l’État', volvió a la comedia con películas como 'Un petit boulot' y participó en producciones como 'Les Nouvelles Aventures d’Aladin' y 'Raid dingue'. Su versatilidad como actor y director le valió el reconocimiento del público y la crítica a lo largo de su carrera en el cine francés.
La muerte de Michel Blanc ha sido un golpe para la industria cinematográfica francesa, que pierde a uno de sus talentos más queridos y respetados. Su legado perdurará a través de su extenso trabajo en la pantalla grande, donde dejó una huella imborrable con sus interpretaciones memorables y su incursión exitosa en la dirección de películas.
El humor y la sensibilidad que Michel Blanc aportó a sus personajes lo convirtieron en un referente del cine cómico francés, siendo recordado por su ingenio y talento tanto delante como detrás de la cámara. Su amplia filmografía refleja su capacidad de adaptarse a diferentes estilos y géneros, dejando una huella imborrable en la historia del cine francés.
El legado de Michel Blanc perdurará en la memoria de sus seguidores y en la industria del cine, donde su contribución fue invaluable. Su trayectoria artística es un testimonio de su talento y dedicación a su oficio, que lo llevaron a ser reconocido como uno de los grandes actores y directores del cine francés contemporáneo. Su partida deja un vacío en la pantalla grande, pero su obra perdurará como un testimonio de su genio creativo y su pasión por el arte cinematográfico.