Richard "Rick" Slayman, el primer receptor de un riñón de cerdo modificado genéticamente, falleció casi dos meses después de someterse al trasplante en el Hospital General de Massachusetts. A pesar de que inicialmente se esperaba que el riñón de cerdo durara al menos dos años, Slayman experimentó complicaciones que resultaron en su fallecimiento. Su familia y el hospital expresaron su tristeza por esta pérdida, aunque no creen que su muerte esté directamente relacionada con el trasplante.
Slayman se convirtió en la primera persona viva en someterse a este procedimiento, que previamente se había realizado en donantes con muerte cerebral de manera temporal. Aunque dos hombres recibieron trasplantes de corazón de cerdos, ambos fallecieron poco después. En el caso de Slayman, los médicos sugirieron un trasplante de riñón de cerdo después de que mostrara signos de fallo renal tras un trasplante de riñón en 2018.
La familia de Slayman agradeció a los médicos por sus esfuerzos en el xenotrasplante, que proporcionaron siete semanas más con Rick. Su objetivo al someterse al procedimiento era brindar esperanza a las miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir. A pesar de su fallecimiento, su esperanza y optimismo perdurarán en sus corazones y mentes.
El xenotrasplante ha sido un esfuerzo de décadas en el campo de los trasplantes de órganos de animales a humanos. Inicialmente fracasó debido a la respuesta inmune del cuerpo humano hacia el tejido animal. Sin embargo, en los últimos años, se han realizado avances significativos en los xenoinjertos, especialmente con cerdos modificados genéticamente para que sus órganos sean más compatibles con los humanos.
Las modificaciones genéticas en los cerdos se realizan para reducir el riesgo de rechazo, eliminando genes porcinos y añadiendo genes humanos con tecnología CRISPR. En el caso de Slayman, también se llevó a cabo una inactivación de retrovirus para eliminar el riesgo de infección post-trasplante. Con más de 100,000 personas en la lista de espera de trasplante en EE. UU., la mayoría de ellas con enfermedades renales, el xenotrasplante se presenta como una esperanza para aquellos que mueren antes de recibir un órgano compatible.