Guatemala recibió a 135 presos políticos y de conciencia nicaragüenses detenidos por el gobierno de Daniel Ortega, incluyendo líderes estudiantiles, religiosos y defensores de derechos humanos. La Casa Blanca agradeció al presidente guatemalteco Bernardo Arévalo por aceptar gentilmente a estos ciudadanos nicaragüenses, destacando su liderazgo en la región al abordar cuestiones humanitarias y defender la libertad democrática. El secretario de Estado Antony Blinken también agradeció a Arévalo por recibir a los presos políticos, resaltando que los nicaragüenses merecen vivir en democracia y libres de persecución en su país de origen.
Arévalo expresó en redes sociales que Guatemala ha demostrado su convicción democrática al recibir a los presos políticos nicaragüenses, reafirmando su compromiso con la democracia y la solidaridad internacional. La presidencia guatemalteca informó que Estados Unidos facilitó el transporte de los ciudadanos nicaragüenses hacia Guatemala, donde se les brindará alimento, alojamiento y asistencia médica, incluyendo apoyo psicológico. Esta liberación se logró gracias a negociaciones entre los tres países involucrados. Los ciudadanos nicaragüenses podrán solicitar asilo o refugio en Estados Unidos u otros países.
Tras su llegada a la Fuerza Aérea Guatemalteca, los ciudadanos nicaragüenses fueron registrados por Migración y transportados en autobuses amarillos hasta un albergue, donde algunos de ellos gritaban "¡Viva Nicaragua!". La Casa Blanca señaló que ningún individuo debería ser encarcelado por ejercer pacíficamente sus derechos fundamentales de libre expresión, asociación y práctica religiosa. Entre los liberados se encontraban miembros de la organización Mountain Gateway de Texas, así como laicos católicos, estudiantes y otras personas consideradas una amenaza por Ortega y Murillo.
Estados Unidos, Guatemala y otros socios humanitarios colaboraron para brindar apoyo a los ciudadanos nicaragüenses en su recuperación y reconstrucción de sus vidas tras la liberación. El presidente Arévalo reiteró la importancia de la libertad para el florecimiento de la democracia, la vida y la humanidad, dando la bienvenida a los hermanos nicaragüenses en Guatemala. La solidaridad internacional y el compromiso con la democracia fueron resaltados como valores fundamentales en este acto de acogida.
La liberación de los presos políticos nicaragüenses representó una muestra de solidaridad y apoyo internacional en medio de la crisis política que atraviesa Nicaragua. La Casa Blanca reconoció la valentía de los ciudadanos liberados y el compromiso de Guatemala por defender la libertad democrática en la región. La oportunidad de solicitar asilo o refugio en otros países brinda a los liberados una nueva esperanza de vida libre de persecución y represión en su país de origen. La colaboración entre Estados Unidos, Guatemala y otros actores humanitarios fue fundamental para lograr este acto de solidaridad y apoyo a los derechos humanos.