Haití condenó las deportaciones de sus ciudadanos desde República Dominicana y calificó las acciones como una afrenta a la dignidad humana. La ministra haitiana de Exteriores, Dominique Dupuy, denunció en redes sociales la política migratoria del gobierno dominicano por contravenir normas internacionales en materia de derechos humanos. También aseguró que el Gobierno haitiano sigue trabajando con sus socios para recibir a los afectados con dignidad y respeto, mientras exige justicia ante estos actos deshumanizantes.
El gobierno de República Dominicana anunció que repatriará hasta 10.000 indocumentados por semana con el objetivo de reducir la población migrante en las comunidades dominicanas. Esta medida afectará principalmente a los haitianos, que suman más de medio millón en el país. El portavoz de la Presidencia dominicana, Homero Figueroa, aseguró que el operativo se llevará a cabo con estrictos protocolos que garanticen el respeto a los derechos humanos y la dignidad de los repatriados, a pesar de la presión generada por la inestabilidad en Haití.
El presidente dominicano, Luis Abinader, ha destacado que la crisis en Haití afecta la seguridad y los servicios de salud y educación en República Dominicana, lo que ha llevado a la decisión de realizar deportaciones masivas. La Dirección General de Migración de República Dominicana informó que en el primer semestre del año se deportaron a 67.844 extranjeros, la mayoría de ellos haitianos. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señaló que unos 86.000 haitianos habían sido devueltos a la fuerza a su país en lo que va del año, sin especificar desde qué países.
A pesar de las críticas y llamamientos para detener las deportaciones debido a la crisis y la inseguridad en Haití, el año pasado fueron deportados 216.000 haitianos desde países vecinos, según un informe de la OIM. La comunidad internacional ha manifestado preocupación por la situación y ha instado a respetar los derechos humanos de los migrantes durante los procesos de repatriación. La falta de estabilidad en Haití y la presión generada sobre los servicios en República Dominicana plantean un desafío en la gestión de la migración entre ambos países.
El gobierno haitiano ha condenado enrgicamente las deportaciones desde República Dominicana y ha solicitado respeto y justicia para los migrantes afectados. A pesar de las medidas anunciadas por el gobierno dominicano para llevar a cabo las repatriaciones de manera ordenada, la situación sigue generando tensión y preocupación en la región. La cooperación internacional y los esfuerzos diplomáticos son fundamentales para abordar de manera efectiva esta crisis migratoria y garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas involucradas.
La falta de estabilidad política, social y económica en Haití ha contribuido a un aumento en la migración de sus ciudadanos hacia otros países, lo que ha generado tensiones y conflictos en la región. La necesidad de encontrar soluciones sostenibles y respetuosas con los derechos humanos de los migrantes es crucial para abordar los desafíos migratorios en la zona. La comunidad internacional debe trabajar en conjunto para garantizar la protección y el bienestar de las personas desplazadas y buscar alternativas que permitan una migración segura y ordenada en el contexto actual.