La comunidad haitiana en Estados Unidos, especialmente en el sur de Florida, se encuentra indignada por los comentarios de Donald Trump sobre que comen perros y gatos. Los ciudadanos haitianos en Miami expresan que estas afirmaciones son peligrosas mentiras que buscan demonizarlos. Trump, durante un debate, mencionó que en Springfield, Ohio, la gente se está comiendo a los perros y gatos, lo cual ha generado malestar entre la comunidad haitiana en el país.
Esta situación ha causado enojo y molestia entre los haitianos, quienes sienten que Trump no respeta a ningún país ni a nadie, y solo juega a la política. Muchos consideran que el presidente republicano incita al racismo y no quiere que voten por Kamala Harris, candidata demócrata a la vicepresidencia. La falta de respeto hacia la comunidad haitiana es evidente, y se hace necesaria una mayor consideración por parte de Trump y su equipo.
El director político del Movimiento Red de Acción Familiar (FANM), Paul Christian Namphy, considera muy grave que Trump haya repetido estas mentiras en un debate nacional. Para Namphy, estas palabras son insultantes y buscan demonizar a la comunidad haitiana, así como a todas las comunidades inmigrantes y personas de color en general. Estos comentarios tienen un impacto negativo en las comunidades haitianas establecidas en varios estados de Estados Unidos.
Las consecuencias de las declaraciones de Trump se hacen evidentes en Springfield, Ohio, donde se han registrado amenazas de bomba en escuelas y oficinas públicas. Aunque no hay una conexión oficial entre estos hechos y las declaraciones del presidente, el alcalde de la ciudad ha pedido ayuda y no odio. La comunidad haitiana en Ohio e Indiana sufre de racismo, lo cual se agrava con teorías conspirativas como la del Gran Reemplazo.
La comunidad haitiana en Estados Unidos tiene la mira puesta en las elecciones y en asuntos como las deportaciones y el Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficia a miles de haitianos en el país. Es importante para ellos rechazar el odio, la división, el racismo y las mentiras que afectan su comunidad. En estados como Georgia, donde la comunidad haitiana puede ser decisiva electoralmente, es fundamental promover sus intereses y rechazar los discursos discriminatorios.