La nominación de Kamala Harris como candidata presidencial del Partido Demócrata marca un punto álgido en su carrera política, con el desafío de vencer al republicano Donald Trump en las elecciones. Tanto Harris como Trump han igualado en las encuestas y en la audiencia televisiva durante sus respectivos discursos de aceptación de la nominación de sus partidos. Harris se presentó como una política empática y con sentido común, lista para abordar los problemas de la clase media y ser comandante en jefe. Durante la Convención Nacional Demócrata, Harris destacó con un traje azul oscuro que contrastaba con el fondo dorado del escenario y con los atuendos blancos de las mujeres de la audiencia en homenaje al movimiento sufragista.
La campaña de Harris ha evitado enfocarse en el hecho de que, de ganar las elecciones, sería la primera mujer presidenta de la historia del país. Durante la Convención Nacional Demócrata, se destacó un gran despliegue técnico y una puesta de escena cuidada. Sin embargo, la campaña ha enfrentado desafíos internos, como el retraso del discurso de Joe Biden en el primer día de la convención y la necesidad de reforzar el mensaje político de Harris. Biden ha brindado su apoyo a Harris, entregando una campaña joven y bien financiada, impulsada por la inercia de un supuesto segundo mandato. Por su parte, expresidentes como Barack Obama y Bill Clinton, así como la propia Kamala, expresaron su apoyo a Biden y destacaron su efectividad al hacer frente a la pandemia.
Algunos analistas consideraron que el discurso de Harris durante la convención no estuvo muy cargado de propuestas políticas, centrándose en presentarla como una gestora competente y mesurada en contraste con Trump. La actriz Kerry Washington tuvo que explicar a la audiencia cómo pronunciar correctamente Kamala, mostrando los desafíos a los que se enfrenta la campaña de Harris. A medida que se acercan las elecciones, la campaña Harris-Walz debe acelerar el paso y organizar un equipo que ha incorporado talento de las exitosas campañas de Obama. Si Harris logra mantener el impulso de las primeras semanas de campaña y gana en estados clave como Pensilvania, hará historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
En general, la Convención Nacional Demócrata fue un escenario de contrastes, con el desafío de mantener la atención del público y transmitir un mensaje claro. La actuación de Harris fue destacada por su presentación como una política empática y con sentido común, lista para abordar los problemas de la clase media. A pesar de algunos desafíos internos y críticas por la falta de propuestas políticas concretas en su discurso, Harris ha logrado mantenerse en la contienda electoral. Con solo 74 días para las elecciones, la campaña debe trabajar en fortalecer su mensaje político y mantener el impulso de las primeras semanas, con el objetivo de ganar en estados clave y hacer historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos.