Durante una audiencia pública en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco denunció el caos externo, social y político que se vive en el mundo actualmente. Expresó su preocupación por la gran cantidad de niños que sufren de hambre y la falta de justicia social. El pontífice hizo un llamado al cese de las guerras y narró su reciente encuentro con niños heridos y mutilados en Ucrania a causa del conflicto en el país. También pidió oraciones para que termine la guerra en Palestina e Israel, así como en Myanmar, que calificó como una crueldad.
Además de la situación caótica en el mundo exterior, el papa Francisco mencionó la existencia de un caos interno en las personas, afirmando que este debe ser sanado antes de que se pueda abordar adecuadamente el caos externo. Destacó que el universo sufre como resultado de la corrupción y la esclavitud a la que el ser humano lo ha sometido. Citó al apóstol Pablo, quien habla de un universo que gime y sufre como en dolores de parto debido a la maldad del hombre.
En su discurso, el papa también hizo referencia a la importancia de aprender de figuras ejemplares como el beato polaco Stefan Wyszynski, quien mostró una generosidad notable al enfrentar la pobreza, especialmente la causada por las guerras en diferentes partes del mundo. Francisco instó a seguir el ejemplo de solidaridad y compasión de Wyszynski, y a trabajar por un mundo más justo y equitativo para todos, en especial para los más vulnerables.
El mensaje del papa Francisco incluye un llamado a la reflexión sobre la injusticia social y el sufrimiento de los más vulnerables, en especial de los niños que padecen hambre y conflictos armados. Insta a la solidaridad y la generosidad como herramientas para enfrentar estos problemas, así como a la búsqueda de la paz y el fin de las guerras que generan tanto sufrimiento en diversas partes del mundo. Francisco invita a la oración como una forma de unión y acción concreta ante estas realidades dolorosas.
En medio de la crisis mundial, el papa Francisco destaca la importancia de sanar tanto el caos externo como interno que afecta a la humanidad y al planeta en general. Hace un llamado a trabajar por un mundo más justo y solidario, basado en el respeto por la dignidad humana y la protección de los más vulnerables. Su mensaje busca concienciar a la sociedad sobre la urgencia de abordar los problemas globales de manera integral, desde el ámbito individual hasta lo colectivo, con un enfoque centrado en la compasión y el compromiso activo por la paz y la justicia.