La Universidad de Barcelona (UB) participó en un proyecto junto al Instituto Max Planck de Biomedicina Molecular y el Imperial College London que identificó por primera vez los mecanismos que provocan mutaciones en el gen NR2E3, causantes de dos tipos de ceguera hereditaria en los pacientes. Los resultados podrían ayudar en el desarrollo de terapias para tratar estos trastornos que actualmente no tienen cura. Según Gemma Marfany, catedrática de la UB y coordinadora del estudio, si se logra evitar la activación de vías de muerte programada de los fotorreceptores, se podría impedir la ceguera en los pacientes.
El gen NR2E3 desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la retina humana al influir en la diferenciación de los precursores de las células fotorreceptoras y determinar su destino hacia los conos o los bastones. Las mutaciones en este gen provocan dos tipos de ceguera hereditaria: la retinosis pigmentaria, causada por la muerte progresiva de los bastones, y el síndrome de conos-S, que se produce por un error en el desarrollo y diferenciación de los bastones, generando un exceso de conos disfuncionales. Cuando la retina no funciona correctamente y los fotorreceptores no se conectan correctamente, suele activarse un proceso de muerte programada de estas neuronas, conduciendo a la ceguera.
Para estudiar el papel del gen NR2E3 en la disfunción de los fotorreceptores, los investigadores crearon dos modelos de ratón para edición génica, uno para cada enfermedad, y analizaron la diferencia en la expresión genética y en los tipos celulares de la retina. Según Marfany, los conos y los bastones no constituyen grupos homogéneos y diferenciados de células fotorreceptoras, sino que presentan muchas subpoblaciones diferentes con especialización funcional o diferenciación distinguible por la expresión de genes específicos. La mutación del gen NR2E3 provoca una diferenciación defectuosa en el grupo de los conos, con la presencia de fotorreceptores híbridos y la transformación de conos en bastones y viceversa.
El estudio realizado por la UB demuestra que la disfunción de la retina, causada por la diferenciación defectiva y la pérdida de identidad de las células fotorreceptoras, conduce finalmente a la ceguera en los pacientes. La pérdida de la visión es altamente discapacitante en los seres humanos, por lo que entender estos mecanismos y encontrar formas de prevenir o tratar estas condiciones hereditarias es crucial. Los hallazgos obtenidos en este proyecto podrían sentar las bases para el desarrollo de terapias que ayuden a ralentizar o incluso evitar la ceguera en aquellos afectados por mutaciones en el gen NR2E3.