La campaña electoral mexicana concluyó el miércoles 29 de mayo, siendo la más grande en la historia del país con alrededor de 20.000 cargos en juego. Por primera vez, una mujer, Claudia Sheinbaum, lidera las encuestas como candidata del partido de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la contienda ha estado marcada por la violencia, con casi 90 políticos asesinados en el camino, incluyendo 34 candidatos.
En medio de esta ola de violencia, ayer miércoles fue asesinado Alfredo Cabrera, candidato a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en el estado de Guerrero. Los crímenes no tienen relación con ideologías políticas, sino que se atribuyen a grupos de crimen organizado, narcotráfico y violencia dentro de los propios partidos políticos. La coordinadora del Laboratorio Electoral, Daniela Arias, destaca que es difícil determinar de qué lado proviene la violencia, ya que se intenta hacer pasar por ataques del crimen organizado pero realizados por grupos partidistas.
El Laboratorio Electoral ha seguido los crímenes desde el inicio de la contienda electoral en 2023, durante las internas de los partidos, hasta esta última etapa que culminó el 2 de junio. Se ha observado un aumento de ataques dirigidos a los equipos de campaña de los candidatos, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad durante y después de la jornada electoral. La violencia ha dejado a las autoridades locales desprotegidas, especialmente a las precandidaturas y aspirantes a cargos de elección popular.
Ante la violencia, muchos candidatos han optado por portar chalecos antibalas y los candidatos presidenciales de México cuentan con 24 agentes de seguridad para proteger sus vidas, siendo una medida sin precedentes en el país. La seguridad por parte del gobierno llegó demasiado tarde, dejando a las autoridades locales vulnerables en un momento crítico de la contienda electoral. La violencia se ha transformado en una preocupación de cara a la jornada electoral y el periodo posterior.
La violencia política en México ha sido un tema central durante esta campaña electoral, con un alto número de políticos asesinados, lo que refleja la grave situación de inseguridad que enfrenta el país. A pesar de las medidas de seguridad implementadas, la violencia ha impactado en la contienda electoral y en la percepción de seguridad de los candidatos y los votantes. La incertidumbre y el temor han sido constantes en este proceso electoral, marcando un hito en la historia política mexicana.