El artículo 405 del Código Penal dominicano define como culpable de cometer una estafa a la persona que, valiéndose de nombres y calidades supuestos o empleando manejos fraudulentos, den por cierta la existencia de empresas falsas, de créditos imaginarios, o de poderes que no tienen, con el fin de estafar el todo o parte de capitales ajenos. En República Dominicana, las estafas suelen involucrar a unos pocos promotores, una supuesta empresa, millones de pesos y cientos de afectados. A lo largo de los años, se han reportado varias estafas que han dejado a numerosas personas en bancarrota.
Una de las estafas más conocidas en los últimos años fue la promesa de una herencia multimillonaria realizada por el abogado Johnny Portorreal Reyes a miles de personas de apellido Rosario. Portorreal aseguró que uno de los ancestros de esa familia tenía una mina de oro en la República Dominicana, lo que representaría una herencia de más de 13 mil millones de euros. Por este hecho, fueron acusadas otras tres personas y se estima que más de 283 personas fueron víctimas de la estafa. El caso sigue en los tribunales, pero muchas personas continúan creyendo en la promesa de Portorreal y han pagado sumas significativas para gestionar la supuesta herencia.
Otro caso conocido fue el de Wilkin García Peguero, alias Mantequilla, quien operaba una empresa llamada 3.14 Inversiones e invitaba a las personas a invertir su dinero a cambio de ganancias rápidas. Se reportaron unas 600 supuestas víctimas que cayeron en la trampa de Mantequilla. Al igual que Portorreal, Mantequilla fue arrestado y el caso sigue en los tribunales. Se cree que su sistema de operación estaba basado en el esquema Ponzi, donde las ganancias de los primeros inversores provienen de las inversiones de los nuevos inversores.
Jairo González, presidente de Harvest Trading Cap, es otro de los presuntos estafadores que ha sido denunciado por más de 50 personas. Las presuntas víctimas afirman que González les debe más de 20 millones de dólares, dinero que invirtieron confiando en sus supuestas habilidades en inversiones, bolsa de valores y criptomonedas. González se muestra arrepentido en un video publicado en su cuenta de YouTube, asegurando que siguen trabajando para cumplir con el propósito de la empresa. El caso sigue en investigación y se espera justicia para las personas afectadas.
En el caso de Kakao Talk, cientos de dominicanos cayeron en la trampa de una plataforma que prometía pagos importantes por ver videos y cumplir misiones desde el celular. Esta plataforma desapareció repentinamente, dejando a miles de personas con pérdidas significativas. También se menciona el caso de TelexFree, una supuesta empresa de telecomunicaciones que operaba bajo un esquema Ponzi y afectó a miles de dominicanos. Las autoridades advierten sobre no dejarse engañar por empresas no reguladas y recomiendan verificar la legalidad de las instituciones en las que se invierte.