Irán enterró al fallecido presidente Ebrahim Raisí en un mausoleo religioso en Mashad, en medio de masivos funerales que contaron con la presencia de delegaciones de unos 60 países. Raisí, quien murió en un accidente de helicóptero junto con el ministro de Exteriores y otros seis pasajeros, fue despedido por una multitud en Mashad y luego enterrado en el mausoleo Iman Reza. Durante su mandato se intensificó la represión, lo que generó protestas y críticas hacia su gobierno.
La procesión en honor a Raisí duró varias horas y atrajo a tres millones de asistentes, según el alcalde de Mashad. El presidente ultraconservador fue enterrado en un lugar religioso importante del país, el mausoleo Iman Reza, tras pasar por Birjand, la ciudad de la que era representante en la Asamblea de Expertos. El ministro de Exteriores también fue enterrado en un mausoleo en la ciudad de Rey, mientras que los otros fallecidos fueron sepultados en diferentes lugares.
Los funerales de Raisí y sus acompañantes se llevaron a cabo durante tres días, con procesiones en Tabriz, Qom, Teherán y finalmente Mashad. En Teherán, cientos de miles de personas participaron en la procesión oficial y en una recepción con delegaciones internacionales que presentaron sus respetos. Líderes de varios países estuvieron presentes, así como representantes de aliados regionales de Irán como Hamás, los hutíes de Yemen y Hizbulá.
La muerte de Raisí ha generado incertidumbre en Irán, ya que era considerado uno de los favoritos para suceder al líder supremo. Las elecciones presidenciales anticipadas se llevarán a cabo el 28 de junio, y se espera una baja participación debido al descontento social, político y económico en el país. El Consejo de los Guardias deberá aprobar a los candidatos antes de las elecciones. El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha declarado cinco días de luto en honor a Raisí.
Irán ha tratado de presentar una imagen de fuerza y continuidad con los masivos funerales de Raisí, destacando la importancia de mantener la estabilidad en tiempos de cambio. La represión durante el mandato de Raisí provocó protestas y críticas, lo que podría afectar la participación en las elecciones presidenciales. La pérdida del presidente ha generado un escenario político incierto en el país, con la necesidad de elegir a un sucesor para liderar la nación en medio de desafíos internos y externos.