Hashem Safi al Din fue confirmado como fallecido por el Ejército israelí el pasado 4 de octubre, siendo considerado como el posible sucesor de Hasán Nasrala al frente de Hizbulá. Desde principios de este mes, se tenían sospechas sobre su muerte en la ofensiva israelí en Líbano. El portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel, Avichay Adraee, confirmó la muerte de Safi al Din en un ataque, junto con la de Ali Hussein Hazima, comandante de la cédula de inteligencia de Hizbulá.
Se detalla que el Ejército de Israel consideraba a Safi al Din como parte del consejo ejecutivo de Hizbulá y también como primo de Nasrala. Además, se anunció la muerte de Hazima, lo que indica que las FDI realizaron un ataque preciso contra el principal cuartel de inteligencia de Hizbulá, donde se encontraban supuestamente 25 miembros de la organización. Este espacio subterráneo en los suburbios al sur de Beirut fue objetivo de los bombardeos por parte de Israel en Líbano en el último mes.
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, afirmó que Safi al Din fue eliminado, al igual que su posible reemplazo, destacando que miles de terroristas han sido neutralizados por Israel. La información sobre estas operaciones contra Hizbulá se divulga tras una reunión entre Blinken y Netanyahu, en la que se presionaba por un alto el fuego en la región. Las acciones llevadas a cabo por Israel han sido calificadas como parte de un objetivo de proteger a los civiles del Estado de Israel.
La muerte de Safi al Din y la acción contra miembros destacados de Hizbulá han sido parte de la ofensiva israelí en Líbano. Desde la institución militar se destaca que se han alcanzado a importantes líderes de Hizbulá, incluyendo a posibles sucesores como Safi al Din. Se resalta que la operación fue organizada y precisa, con un enfoque en el cuartel de inteligencia de la organización, lo que demuestra un seguimiento detallado por parte de Israel en la región.
La confirmación de la muerte de Safi al Din se presenta como un golpe significativo para Hizbulá, ya que se consideraba como una figura relevante dentro de la organización y una posible sucesión de Nasrala. Las acciones de las FDI se orientan hacia la neutralización de amenazas para la población civil de Israel, como lo enfatizan en sus comunicados. La muerte de líderes como Safi al Din y Hazima demuestra el enfoque determinado de Israel en su política de defensa y seguridad en la región.