Israel llevó a cabo su primer ataque aéreo contra Líbano desde la tregua con Hezbollah, dirigido a una instalación de almacenamiento de cohetes al sur de Líbano. Por su parte, las autoridades libanesas reportaron incidentes dispersos de disparos de mortero, ataques y tiroteos israelíes que dejaron dos personas heridas. Mientras que los medios de comunicación estatales de Líbano señalaron que los heridos eran civiles, el ejército israelí los describió como sospechosos de violar los términos del alto al fuego.
La violencia (sin víctimas graves) reflejó la inestabilidad del alto el fuego, aunque en general se mantuvo el jueves con despliegue de tropas libanesas en diferentes zonas. El ejército libanés estableció puestos de control temporales y desactivó artefactos explosivos para ayudar a los civiles desplazados a regresar a sus hogares. Durante la guerra en Líbano, cerca de 1.2 millones de personas fueron desplazadas, y miles buscan regresar a sus ciudades devastadas por la guerra.
Los residentes desplazados deben mantenerse alejados de las zonas con presencia militar israelí, y el ejército israelí ha ordenado disparar contra quienes violen la tregua en las áreas fronterizas. A pesar de esto, miles de personas han iniciado el retorno a sus hogares, aunque con limitaciones en sus movimientos. La situación sigue siendo tensa entre ambos países, con episodios de violencia que ponen en peligro la estabilidad del alto el fuego.
El conflicto entre Israel y Hezbollah ha generado un gran número de desplazados en Líbano, afectando a las comunidades fronterizas y dejando a miles de personas en situación de vulnerabilidad. El ejército israelí ha actuado con firmeza contra aquellos que violen los términos del alto al fuego, lo que ha provocado enfrentamientos y heridos en la región. Las tensiones persisten a pesar de los esfuerzos por mantener la paz en la zona.
Es crucial que ambas partes respeten los acuerdos de alto el fuego para evitar una escalada de la violencia y proteger a la población civil que ha sufrido las consecuencias del conflicto. El despliegue de tropas y la presencia militar en la zona fronteriza generan temor entre los residentes, que buscan retornar a sus hogares pero enfrentan obstáculos para hacerlo. Las autoridades deben garantizar la seguridad de quienes desean regresar a sus ciudades devastadas por la guerra.
Se espera que en los próximos días se pueda mantener la calma y evitar nuevos enfrentamientos que pongan en peligro la estabilidad en la región. La cooperación entre Israel y Líbano es fundamental para lograr una paz duradera y permitir a los desplazados reconstruir sus vidas en un entorno seguro y estable. Ambos países deben trabajar juntos para resolver sus diferencias y evitar una nueva escalada de violencia que afecte a la población civil.