Israel también criticó a Sudáfrica por considerar que la CIJ tiene jurisdicción sobre el caso, argumentando que el tribunal no tiene competencia para intervenir en conflictos armados. El representante legal israelí señaló que este caso es político y no legal, y que la CIJ debe abstenerse de involucrarse en cuestiones operativas de un conflicto armado.
Por su parte, Sudáfrica defendió su posición, afirmando que Israel ha cometido crímenes de lesa humanidad, genocidio y apartheid contra el pueblo palestino. Sudáfrica instó al tribunal a pronunciarse sobre la responsabilidad de Israel en la masacre de palestinos en Gaza y en Cisjordania, así como en la violación de derechos humanos y crímenes de guerra.
La audiencia en la CIJ fue marcada por momentos de tensión, con interrupciones y gritos por parte del público presente. La mujer que gritaba "mentirosos, mentirosos" fue expulsada de la sala, y posteriormente el presidente de la corte pidió respeto y orden durante el procedimiento.
En la audiencia también se discutió el papel de Hamás en el conflicto, con Israel acusando a Sudáfrica de ser aliado de este grupo y de ignorar su responsabilidad en la violencia en la región. Sudáfrica, por su parte, denunció la impunidad de Israel y su actuación en contra del pueblo palestino.
La disputa en la CIJ entre Israel y Sudáfrica es solo una muestra de la larga y complicada historia de conflicto en la región de Oriente Medio. Ambos países mantienen posturas enfrentadas en cuanto al conflicto palestino-israelí, y buscan en instancias internacionales como la CIJ una resolución a sus diferencias. No obstante, la solución a este conflicto parece estar lejos, y la audiencia en La Haya solo evidenció las profundas divisiones entre ambas partes.
La Corte Internacional de Justicia deberá pronunciarse en los próximos meses sobre la competencia para juzgar este caso y eventualmente sobre la responsabilidad de Israel en relación con los crímenes denunciados por Sudáfrica. Mientras tanto, el conflicto en Oriente Medio sigue sin resolver, con consecuencias trágicas para la población civil en Gaza y en toda la región.