Rubén Amores Martínez, un presunto delincuente que se había fugado de la Cárcel de Najayo hace 13 días, fue abatido ayer por una patrulla de la Dirección Central de Investigación (DICRIM) en el sector de Los Frailes, en Santo Domingo Este. El joven de 21 años falleció en el Hospital Docente Universitario Dr. Darío Contreras después de resultar herido de bala durante el enfrentamiento con los agentes. Se le encontró en posesión de un arma de fuego con la que atacó a los policías.
Según el reporte preliminar, el enfrentamiento se desencadenó cuando los agentes del DICRIM estaban realizando labores de inteligencia en la calle Ramón Matías Mella. Al ver a la policía, Amores Martínez sacó un revólver calibre .38 mm y disparó contra los agentes, quienes se vieron obligados a repeler el ataque. Las heridas de bala que sufrió el joven fueron fatales y causaron su muerte en el hospital. En el lugar del incidente se encontró el revólver utilizado por Amores Martínez, con dos cápsulas y dos casquillos en el cilindro.
Rubén Amores Martínez se había escapado de la Cárcel de Najayo el 14 de agosto de 2024, donde estaba cumpliendo una medida de coerción desde hacía cuatro meses por violación a varios artículos del Código Penal Dominicano. Su captura se produjo después de una intensa búsqueda de casi dos semanas, que culminó con su enfrentamiento con la policía y su posterior fallecimiento en el hospital. La operación fue llevada a cabo por la DICRIM en el sector de Los Frailes.
La muerte de Rubén Amores Martínez pone fin a su tiempo como prófugo de la justicia y evita que continúe representando un peligro para la sociedad. Su historial delictivo y su escape de la prisión lo convirtieron en un objetivo de búsqueda para las autoridades, que lograron darle captura en un operativo exitoso en Santo Domingo Este. A pesar de la trágica conclusión, su abatimiento garantiza que no pueda causar más daño a la comunidad.
Este incidente resalta la importancia del trabajo de las fuerzas de seguridad para capturar a individuos peligrosos que se encuentran fugados de la justicia. La labor de la DICRIM y otras unidades policiales es fundamental para mantener el orden y la seguridad en la sociedad, enfrentando a aquellos que desafían la ley y representan una amenaza para la población. La rápida respuesta de las autoridades en este caso demuestra su compromiso con la protección de los ciudadanos y la lucha contra la delincuencia.
La caída de Rubén Amores Martínez en un enfrentamiento con la policía resalta la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en las cárceles para prevenir fugas y proteger a la población de potenciales peligros. Las autoridades deben seguir trabajando en la mejora de los sistemas de vigilancia y control en los centros penitenciarios para evitar situaciones como la ocurrida con este presunto delincuente. La coordinación entre las fuerzas de seguridad es fundamental para garantizar la captura y el procesamiento de aquellos que intentan evadir la justicia.