La jueza federal Tanya Chutkan cerró el caso contra Donald Trump por injerencia electoral y el asalto al Capitolio de 2021 a pedido del fiscal especial Jack Smith. Smith argumentó que la normativa del Departamento de Justicia le impide procesar a un presidente en ejercicio y que Trump ganó las elecciones del 5 de noviembre. La defensa de Trump no se opuso al cierre del caso, por lo que la jueza determinó cerrar la causa.
El fiscal abandonó las dos acusaciones penales que mantenía contra Trump en tribunales federales: una por el asalto al Capitolio en el Distrito de Columbia y otra por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca en Florida. Trump había afirmado durante su campaña que despediría a Smith y ordenaría a la fiscalía cerrar los casos en su contra, alegando que eran motivados por una persecución política. Trump había sido presidente entre 2017 y 2021 y estaba acusado en Columbia por sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020.
La decisión de la jueza de cerrar el caso contra Trump se basó en la solicitud del fiscal especial y en la falta de oposición de la defensa del presidente electo de Estados Unidos. Trump celebró la caída de los dos casos federales en su contra, calificándolos como un "secuestro político". La normativa del Departamento de Justicia impide procesar a un presidente en ejercicio, por lo que la jueza aceptó desestimar el caso.
Trump había sido acusado por sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020, que perdió. Durante su campaña, afirmó que en su primer día como presidente despediría al fiscal especial Smith y ordenaría cerrar los casos en su contra. Trump ya había sido presidente entre 2017 y 2021 y enfrentaba acusaciones en Columbia por asalto al Capitolio y en Florida por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca.
En resumen, la jueza federal Tanya Chutkan cerró el caso contra Donald Trump por injerencia electoral y el asalto al Capitolio de 2021 a solicitud del fiscal especial Jack Smith. La defensa de Trump no se opuso al cierre del caso y la jueza determinó que no se podía procesar a un presidente en ejercicio según la normativa del Departamento de Justicia. Trump celebró la caída de los dos casos federales en su contra y argumentó que eran parte de una persecución política en su contra.