El All England Club se prepara para la semifinal de la Eurocopa entre Inglaterra y Holanda, pero la presidenta, Sally Bolton, está más preocupada por las constantes lluvias que han afectado la programación del torneo de Wimbledon. La semana pasada se cancelaron cuarenta partidos en las pistas exteriores y varios partidos importantes tuvieron que jugarse bajo techo, lo cual afecta la hierba de las canchas.
La impredecibilidad del clima ha provocado situaciones complicadas, como largas esperas y retrasos antes de los partidos, parones por lluvia durante los encuentros y dificultades para entrenar. Jugadores como Carlos Alcaraz y Tommy Paul se han visto afectados por las inclemencias, teniendo que adaptarse a las condiciones cambiantes y a los retrasos en los horarios de los partidos.
Incluso Novak Djokovic fue visto ayudando a los operarios a retirar las lonas que cubren las pistas mientras llueve, y otros jugadores como Jannik Sinner han optado por entrenar en pistas techadas de cemento en caso de que la lluvia no permita jugar en las canchas de hierba. A pesar de las dificultades, la presidenta del torneo confía en que se podrán completar todos los partidos con la ayuda de los techos en las pistas principales y la posibilidad de jugar en superficies alternativas si es necesario.
Aunque jugar en superficies diferentes a la hierba pueda sonar surrealista, no es algo desconocido en el circuito del Reino Unido, con casos recientes en torneos como Birmingham e Ilkley. Sin embargo, a lo largo de la historia, nunca se ha suspendido un Grand Slam por el clima, aunque ha habido casos de partidos múltiples en un mismo día y finales postergadas, como la famosa final entre Goran Ivanisevic y Pat Rafter en 2001 que tuvo que moverse al lunes.
En el circuito ATP, existe el precedente de una final en Montecarlo 1981 entre Guillermo Vilas y Jimmy Connors que nunca se llegó a disputar debido a la lluvia, y que quedó sin campeón. A pesar de las dificultades causadas por las inclemencias del tiempo, Wimbledon ha logrado adaptarse y buscar soluciones alternativas para garantizar que el torneo continúe sin contratiempos, aprovechando la infraestructura disponible y la colaboración de jugadores y personal del torneo.