El jueves pasado, el comisionado nacional de béisbol, Junior Noboa, y el ministro de Deportes, Kelvin Cruz, asistieron al funeral de la leyenda del deporte dominicano, Don Osvaldo Virgil. Ambos funcionarios rindieron honores al ex jugador de béisbol, quien falleció a los 92 años y fue sepultado en Montecristi. Virgil fue enterrado con honores militares y la bandera nacional, recibiendo una salva de 21 disparos.
Noboa expresó sus condolencias y destacó el papel de Virgil como pionero en el béisbol dominicano, abriendo las puertas para que otros jugadores alcanzaran las Grandes Ligas. Afirmó que Virgil siempre será recordado en los corazones de todos. Además de Noboa y Cruz, diversas personalidades como la gobernadora Nelsy Cruz, el alcalde Jesús Jerez, la gloria del béisbol Juan Marichal, y Héctor Gómez asistieron al funeral para mostrar sus respetos a la familia de Virgil.
A raíz del fallecimiento de Virgil, el Senado de República Dominicana aprobó una resolución estableciendo el 23 de septiembre como el Día Nacional del Pelotero en su honor. El poder ejecutivo también emitió un decreto para izar la bandera nacional a media asta en señal de duelo. Noboa consideró muy positiva esta decisión, valorando la importancia de homenajear a una leyenda como Osvaldo Virgil con un día dedicado a todos los peloteros dominicanos.
Don Osvaldo Virgil fue pionero en el béisbol dominicano y abrió las puertas para que otros jugadores sobresalieran en las Grandes Ligas. Su legado es recordado con gran cariño y respeto en República Dominicana, donde se le rindió un funeral con honores militares y la presencia de diversas personalidades del mundo del deporte y la política. Su contribución al béisbol dominicano fue crucial, y su memoria seguirá vigente en la historia del deporte en el país.
La declaración del 23 de septiembre como el Día Nacional del Pelotero es un reconocimiento merecido a la trayectoria y legado de Osvaldo Virgil en el béisbol dominicano. Esta fecha servirá para honrar a todos los peloteros dominicanos que han dejado su huella en el deporte nacional e internacional. La bandera a media asta y un día de duelo en memoria de Virgil demuestran el impacto que tuvo en la sociedad dominicana y en el mundo del béisbol.
La influencia de Osvaldo Virgil en el béisbol dominicano es innegable, y su partida deja un vacío en el corazón de todos los amantes del deporte en el país. La declaración del Día Nacional del Pelotero y los honores recibidos en su funeral son un testimonio del respeto y admiración que se le tiene a esta figura emblemática del béisbol en República Dominicana. Su legado perdurará en la memoria colectiva y seguirá inspirando a nuevas generaciones de jugadores a alcanzar sus sueños en el deporte.