El fin de semana pasado, Kylie Naomi Rosa Alcántara fue asesinada durante un atraco en la avenida Máximo Gómez con Paseo de los Reyes Católicos, en Cristo Rey. Antes de su muerte, la niña pidió a su madre que le adelantara su regalo de cumpleaños, ya que cumpliría 10 años en dos semanas. José Martínez Brito, abogado de la familia, denunció que en esa zona los delincuentes operan con horarios específicos, sembrando el terror entre los ciudadanos que transitan por allí.
De los cuatro implicados en el atraco, dos tienen 19 años, uno no portaba identificación al ser arrestado y posteriormente afirmó ser menor de edad. La Fiscalía del Distrito Nacional envió al presunto menor al Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes para determinar si realmente es menor de edad y ser juzgado según las leyes correspondientes. Por su parte, Josué Alberto Mendoza, conocido como Nano, de 22 años, es señalado como la persona responsable de disparar el arma que le quitó la vida a Kylie.
La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional dictó tres meses de prisión preventiva para tres de los cuatro imputados. La jueza Fátima Veloz ordenó la medida contra Marcus Anthony Sánchez (Ramirito), Luis Sander Muñoz Manzueta y Nano. Sánchez cumplirá su condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) de San Pedro de Macorís, mientras que Muñoz y Mendoza deberán cumplirla en los CCR 20 y 17 de Najayo, en la provincia San Cristóbal, respectivamente.
El caso generó conmoción en la sociedad dominicana, llevando a la madre de la niña a enviar un mensaje al presidente Luis Abinader a través de los medios de comunicación, solicitando que se pronunciara sobre la tragedia. La muerte de Kylie ha puesto de relieve la grave situación de inseguridad en el país, con ciudadanos siendo víctimas de la delincuencia organizada que opera con impunidad en ciertas zonas. La comunidad exige justicia y medidas efectivas para combatir la criminalidad y proteger a la población más vulnerable.
La violencia desatada en el atraco que cobró la vida de Kylie ha generado indignación y repudio en la sociedad dominicana. La niña, que estaba a punto de cumplir 10 años, fue víctima de la crueldad de los delincuentes que no dudaron en disparar el arma que le causó la muerte. Los familiares de la menor claman por justicia y esperan que los responsables sean procesados y condenados de acuerdo a la ley. El caso ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar de manera urgente el problema de la inseguridad ciudadana y tomar medidas efectivas para proteger a la población.