La directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), Gabriela Santos, expresó su preocupación por el panorama poco alentador que se vislumbra en El Salvador durante el segundo mandato del presidente reelegido, Nayib Bukele. A pesar de la elevada popularidad de Bukele, principalmente atribuida a su política de mano dura contra las pandillas, Santos enfatizó que su segundo mandato es inconstitucional e ilegítimo, ya que la Constitución salvadoreña no permite la reelección. Adicionalmente, advirtió sobre la existencia de represión por parte del Estado hacia diversos actores de la sociedad, como periodistas y defensores de derechos, un problema que podría intensificarse en los próximos cinco años.
La directora del Idhuca señaló que la presión, agresión, criminalización y estigmatización hacia personas defensoras y periodistas ya es una realidad en El Salvador, lo que fomenta la desconfianza en su labor de defensa y libertad de prensa por parte de la población. A pesar de este panorama desafiante, Santos aseguró que el Instituto continuará ejerciendo su labor de defensa, incluso si se presentan cierres en los espacios públicos. En cuanto a la reelección de Bukele, quien obtuvo más del 85% de apoyo electoral en las pasadas elecciones presidenciales, Santos subrayó que el Gobierno actual es popular pero ilegítimo, lo cual representa un riesgo para la democracia en el país.
Nayib Bukele, próximo a cumplir 43 años, será investido para un segundo mandato el próximo sábado, luego de haber sido reelegido en las elecciones de febrero con el 86,4% de los votos. A pesar de su alta popularidad por su enfoque de mano dura contra el crimen organizado y las pandillas en El Salvador, Bukele ha sido objeto de críticas por organizaciones de derechos humanos. Para este nuevo período (2024-2029) se prevé un modelo de "control absoluto", consolidado a través de acusaciones de irregularidades en las elecciones y un cambio de criterio de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, nombrados por su partido Nuevas Ideas (NI), según analistas.
El desafío para El Salvador reside en la necesidad de superar la crisis de legitimidad institucional y garantizar el respeto a los derechos humanos en un contexto de creciente represión estatal. Gabriela Santos enfatizó la importancia de defender la labor de defensa y libertad de prensa, a pesar de las adversidades, con el objetivo de mantener vivos los valores democráticos en la sociedad. La consolidación de un modelo de "control absoluto" durante el segundo mandato de Nayib Bukele plantea interrogantes sobre el futuro de la democracia en el país, especialmente ante la violación de las normas constitucionales que rigen la reelección presidencial.
En el marco de un escenario político complicado, organizaciones de derechos humanos como el Idhuca se perfilan como actores fundamentales en la defensa de los derechos civiles y políticos en El Salvador. La continuidad de la represión estatal hacia periodistas y defensores de derechos demanda una respuesta firme de la sociedad civil y la comunidad internacional, con el fin de preservar las libertades fundamentales y evitar un retroceso en el ejercicio de la democracia. El monitoreo constante de la situación de derechos humanos y la denuncia de las violaciones por parte de organizaciones como el Idhuca resultan imprescindibles en la construcción de una sociedad más justa y democrática en El Salvador.