El decano Antonio Ciriaco aseguró que una reforma fiscal en la República Dominicana deberá buscar 18 mil millones de pesos para eliminar la pobreza absoluta en el país. Este planteamiento se da dos semanas antes de que Luis Abinader fuera reelecto como presidente de la República. El mandatario ha hablado sobre la necesidad de una reforma fiscal contemplada en la Ley sobre Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, enfocada en el gasto público y el desarrollo integral del país, con un enfoque de progresividad y transparencia tributaria.
Dentro de los objetivos generales y específicos de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, se encuentra la impulsión de una reforma fiscal integral que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo. Esta reforma se realizará luego de haber sido discutida con la oposición y todos los sectores de la sociedad civil. Para comprender las implicaciones de una reforma fiscal, se consultó al decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, Antonio Ciriaco, quien detalló las características y el impacto de esta medida en la economía dominicana.
Según el experto, una reforma fiscal es un proceso en el que el Estado modifica las leyes impositivas y las disposiciones sobre gasto público a través del poder legislativo. Esto puede tener un impacto en las finanzas públicas a través de modificaciones en los impuestos y el gasto público. Las modificaciones en los impuestos pueden aumentar o disminuir el ingreso disponible y el gasto de la población, así como influir en la inversión pública y la calidad de vida de la población en general, especialmente los más pobres.
En relación a la reducción de la pobreza absoluta, Ciriaco señala que este objetivo deseable debería ser perseguido por cualquier reforma fiscal. En República Dominicana, alrededor de 2.3 millones de personas viven en condiciones de pobreza absoluta, con una línea de pobreza de 7,645.3 pesos por persona. Por lo tanto, cualquier reforma fiscal que se realice debe buscar mejorar las condiciones de vida de estas personas. En este sentido, Ciriaco menciona que se necesitarían 18 mil millones de pesos para eliminar la pobreza absoluta en el país, lo que representa una inversión gradual durante los próximos 3 años, equivalente al 0.25% del PIB.
En conclusión, la implementación de una reforma fiscal integral en la República Dominicana busca garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo y mejorar las condiciones de vida de la población, especialmente de aquellos en condiciones de pobreza absoluta. Esta medida ha sido planteada como una estrategia para combatir la desigualdad y promover el desarrollo sostenible en el país, con un enfoque en la progresividad y transparencia tributaria. La discusión y el consenso con la oposición y la sociedad civil son fundamentales para la efectividad y legitimidad de esta reforma.