No parece que el problema se está analizando desde la necesidad de una educación de calidad, sino, más bien, no aumentar la asignación de recursos. La fusión o unificación de dos estructuras con temas pendientes de eficacia, como los Ministerio de Educación (Minerd) y de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), nos coloca ante un futuro incierto. Los resultados de las evaluaciones a los estudiantes de la educación básica y los profesionales que acuden a concursos públicos revelan que los logros de aprendizaje han sido insuficientes.
Julio Valeirón Ureña, profesor titular y coordinador del Centro de Atención Psicosocial CAPS-Intec, afirma que el foco debería estar en mejorar la calidad de la educación básica y la formación profesional, en lugar de simplemente no aumentar la asignación de recursos al sector educativo. Se debe repensar la educación en un marco de competencias que involucre también a otros ministerios como el de cultura y deportes. La fusión de los Ministerios de Educación y Educación Superior, Ciencia y Tecnología debería estar alineada con los planes de desarrollo del país.
Los retos de la unificación de los ministerios incluyen la creación de normativas que aseguren la calidad del gasto en el sector educativo y evitar aumentar la nómina parasitaria. Valeirón señala la necesidad de contar con información y conocimiento de todos los sectores y organizaciones implicados en el proyecto, ya que muchos se oponen a esta fusión. Se plantea la necesidad de una consulta nacional para abordar esta fusión de manera adecuada.
La unificación del sector educativo a través de normativas que aseguren la calidad de la inversión podría brindar un sistema educativo más flexible y rico en alternativas para el desarrollo de capacidades y competencias. Se menciona la importancia de adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado laboral y las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial. El mundo educativo debe prepararse para futuros desafíos y cambios en las carreras profesionales.
La fusión de los Ministerios de Educación y Educación Superior, Ciencia y Tecnología plantea desafíos en la administración de los sistemas educativos, debido a las diferencias en sus roles y leyes específicas. Se destaca la complejidad de gestionar el 4% del PIB asignado a educación en 2013, debido a la estructura burocrática y las dificultades en la implementación de los planes de desarrollo. Se subraya la necesidad de una consulta nacional y no decisiones unilaterales.
El catedrático y experto en educación recomienda realizar una consulta nacional con la participación de todos los actores educativos antes de llevar a cabo la fusión de los ministerios. Se destaca la importancia de considerar las opiniones y necesidades de los diversos sectores involucrados en la educación. Las decisiones relacionadas con la educación no deben tomarse por decreto, sino después de un proceso de análisis y consulta adecuado para evitar obstáculos en su ejecución.