La Oficina de Atención Permanente de Puerto Plata impuso tres meses de prisión preventiva contra cinco agentes penitenciarios acusados de agredir físicamente a un preso en febrero. La investigación reveló que los agentes golpearon brutalmente al preso Juan Carlos Almonte Núñez en la cárcel, causándole múltiples lesiones graves. La víctima fue golpeada con un bate de aluminio, un bate y una macana, además de recibir gas pimienta en la boca y la nariz mientras estaba esposado. Como resultado, Almonte Núñez quedó seminconsciente en la celda con heridas graves.
Los hechos ocurrieron cuando Almonte Núñez estaba en la celda de reflexión junto a otro interno y le mostró a un subdirector de la cárcel los golpes que había recibido de los agentes. Almonte Núñez instó a su compañero a denunciar el maltrato a las autoridades y los derechos humanos, lo que desató la ira de los agentes implicados. La situación escaló cuando uno de los agentes golpeó a Almonte Núñez con un bate de aluminio, mientras otros se unieron a la agresión utilizando distintas armas, provocando lesiones graves en la víctima. La brutalidad de la agresión causó que Almonte Núñez quedara seminconsciente en el suelo de la celda.
El Ministerio Público ha calificado provisionalmente el caso como una violación de varios artículos del Código Penal Dominicano, que tipifican y sancionan la asociación para cometer castigos corporales, sufrimientos físicos y actos de barbarie. Los implicados enfrentan cargos por disminuir la capacidad física, así como por golpes y heridas agravadas en perjuicio de Juan Carlos Almonte Núñez. La brutalidad de la agresión y las lesiones graves sufridas por la víctima han llevado a la imposición de tres meses de prisión preventiva para los acusados.
La medida de coerción fue impuesta por el juez de la Oficina de Atención Permanente de Puerto Plata, Romaldy Marcelino Henríquez, tras la investigación realizada por la Procuraduría Regional de Puerto Plata, dirigida por Santos Ysidro Fabián. La investigación detalló cómo los agentes penitenciarios llevaron a cabo el ataque brutal contra Almonte Núñez, dejándolo con múltiples heridas graves. Este caso pone de manifiesto la gravedad de la violencia y el abuso de poder dentro de las instituciones penitenciarias, lo que exige una respuesta firme por parte de las autoridades.
La prisión preventiva de tres meses impuesta a los agentes penitenciarios acusados de agredir a Juan Carlos Almonte Núñez es una medida contundente para garantizar que se haga justicia en este caso. La brutalidad de la agresión y las lesiones sufridas por la víctima exigen una respuesta firme por parte de las autoridades para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro. Es fundamental que se investigue a fondo este caso y se sancione a los responsables para enviar un mensaje claro de que la violencia y el abuso de poder no serán tolerados en ninguna circunstancia. La protección de los derechos humanos y la integridad de las personas privadas de libertad debe ser una prioridad en el sistema penitenciario.