La propuesta de derogación de la Ley 108-10, Ley de Cine, ha generado una gran polémica en la industria cinematográfica dominicana. Diversos actores y productores han expresado su descontento ante la posibilidad de que esta ley sea eliminada, argumentando que podría paralizar el crecimiento del cine en el país. Se ha mencionado la importancia de esta ley en la generación de empleo y oportunidades para el sector cinematográfico.
El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, ha anunciado que el gobierno planea eliminar los beneficios fiscales otorgados a sectores como el cine, las zonas francas y el turismo. En lugar de la Ley 108-10, se espera diseñar un nuevo programa de apoyo más efectivo y de menor costo para el pueblo contribuyente. Esta medida ha generado preocupación y rechazo por parte de la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) y la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la República Dominicana (ACCINE RD), entre otros.
Adocine ha rechazado la propuesta de derogación de la Ley 108-10, argumentando que atenta contra el crecimiento de la industria audiovisual dominicana y podría generar la pérdida de miles de empleos y empresas en el sector. Por su parte, ACCINE RD considera que la reforma fiscal propuesta desmantela gravemente la Ley 108-10, la cual ha sido fundamental para el desarrollo de la industria cinematográfica en el país. Ambas instituciones han expresado su desacuerdo con esta medida y han instado al gobierno a reconsiderar su decisión.
El crítico de cine Pachico Tejada ha analizado la posible derogación de la Ley 108-10 y ha señalado que, si bien la ley ha sido un incentivo para la producción cinematográfica, también ha permitido el establecimiento de productoras capaces económicamente. Tejada opina que, si se elimina o modifica esta ley, las productoras locales deberán buscar patrocinio privado para seguir produciendo, lo que podría afectar la calidad y frecuencia de las películas producidas en el país.
El cineasta Raúl Camilo ha advertido sobre las consecuencias negativas que podría tener la eliminación de los incentivos a la Ley de Cine, destacando la importancia de esta ley para la generación de empleo y beneficios indirectos para diversas comunidades. Camilo espera que se pueda llegar a un consenso y reformular la ley en lugar de eliminarla, ya que considera que esto sería perjudicial para el sector cinematográfico dominicano. En resumen, la propuesta de derogación de la Ley 108-10 ha generado un intenso debate en la industria del cine, con posturas encontradas sobre su impacto y la necesidad de mantener o reformar esta ley.