La izquierda francesa tuvo una sorprendente victoria en las elecciones legislativas, superando al bloque macronista y relegando a la ultraderecha de Marine Le Pen al tercer lugar. Sin embargo, el resultado dejó una Asamblea Nacional muy dividida y sin mayorías claras, lo que dificulta la gobernabilidad del país. A pesar de la falta de tradición de coaliciones en Francia, el Nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa quedó en primer lugar, seguido por el bloque macronista y la Agrupación Nacional de ultraderecha.
Con entre 195 y 208 diputados, el NFP lidera la Asamblea, seguido por el bloque macronista con entre 161 y 169 escaños y la Agrupación Nacional con 135-143. A pesar de la decepción de no lograr el primer lugar, el RN obtuvo un resultado histórico, superando con creces su desempeño anterior. Los Republicanos se mantienen con 63 diputados, mientras que la participación fue muy alta, alcanzando alrededor del 67%, la mayor en décadas, lo que indica un fuerte interés de los franceses en las elecciones.
La alegría de la izquierda se vio reflejada en la Plaza de la República, donde miles de simpatizantes se congregaron para celebrar los resultados inesperados. Jean Luc Mélenchon, líder de LFI, exigió a Macron que nombre un primer ministro de la alianza de izquierdas y afirmó que el NFP debe aplicar su programa sin negociaciones con la coalición de Macron. François Hollande reconoció la importancia de la responsabilidad para aplicar el programa de la izquierda y pacificar el país.
En el campo presidencial, el primer ministro Gabriel Attal anunció su dimisión y se abrió a dirigir un Gobierno provisional debido a la situación política sin precedentes en Francia. Macron viajará a Washington para participar en la cumbre de la OTAN y tomará tiempo para decidir sobre el nuevo Gobierno, respetando la decisión soberana de los franceses. En contraste, en el RN, Bardella denunció las "alianzas contra natura" que perjudicaron a su formación, mientras Le Pen vio la victoria de su partido como inevitable.
La noche electoral estuvo marcada por encuentros y desencuentros, con celebraciones de la izquierda que llevaron a enfrentamientos con las fuerzas del orden en distintas ciudades. A pesar de la incertidumbre política en Francia, el resultado de las elecciones legislativas refleja un cambio significativo en el panorama político del país. La formación de un nuevo Gobierno y la gobernabilidad de Francia se presentan como retos para el futuro, en un contexto de división y falta de mayorías claras en la Asamblea Nacional.