Aumenta la violencia de las bandas en la frontera mientras cuatro millones de haitianos luchan contra el hambre recurriendo a la República Dominicana en busca de recursos. Al mismo tiempo, la frontera sigue incompleta y los dominicanos continúan sin protección.
Frente a una "inseguridad alimentaria aguda" y cerca de un millón haitianos al borde de la hambruna, según el director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Haití, Jean-Martin Bauer, la crisis deja a la República Dominicana con un problema cada vez más grave de como distinguir entre aquellos en busca de trabajo y miembros de pandillas que amenazan a la seguridad civil de los dominicanos.
Cada día se permite a cientos de haitianos cruzar la frontera, cosa que es visto por muchos como una clara violación de la seguridad nacional.
El expresidente Leonel Fernández afirmó que la situación “extremadamente volátil” que vive Haití mantiene “un riesgo de amenaza a la seguridad interna de República Dominicana” por falta de control de las actividades delictivas de las bandas armadas.