Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 19 millones de adolescentes en una relación han experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja antes de los 20 años, lo que representa un 24%. Además, el 16% de las chicas de 14 a 19 años sufrieron este tipo de violencia en el último año. La directora del departamento de Salud Sexual y Reproductiva de la OMS, Pascale Allotey, señaló que la violencia de pareja comienza a una edad alarmantemente temprana para las mujeres jóvenes en todo el mundo.
El informe destaca que, en la mayoría de las regiones, las adolescentes experimentan una mayor prevalencia de violencia de pareja en comparación con las mujeres de 15 a 49 años. Este hallazgo refleja los desafíos que enfrentan las adolescentes al intentar abandonar relaciones abusivas en entornos con recursos limitados. Los efectos de esta violencia en la salud de las adolescentes incluyen depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y otras condiciones físicas y psicológicas.
A nivel global, la violencia de pareja contra las adolescentes se encuentra en todos los países, aunque con diferencias significativas por regiones. La región más afectada es Oceanía, seguida de África subsahariana central y oriental. En contraste, las tasas más bajas se registran en Europa central, Asia central y Europa oriental. Países como Papúa Nueva Guinea, Kiribati, Islas Salomón, Fiyi y Vanuatu tienen porcentajes elevados debido a la alta prevalencia del matrimonio infantil, lo que expone a las adolescentes a la violencia de pareja.
Según la autora del estudio, Lynnmarie Sardinha, para combatir esta situación, es necesario implementar políticas y programas que promuevan la igualdad de género y eliminen prácticas nocivas como el matrimonio infantil. También se destaca la importancia de reforzar los servicios de apoyo y programas de prevención dirigidos a los adolescentes, como la educación en relaciones saludables y la prevención de la violencia. La OMS enfatiza que ningún país está en camino de eliminar la violencia contra las mujeres y niñas para 2030, como se establece en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En conclusión, el informe de la OMS evidencia la grave problemática de la violencia de pareja contra las adolescentes en todo el mundo, con impactos significativos en su salud física y mental. Se resalta la necesidad de abordar esta situación desde la raíz, promoviendo la igualdad de género, eliminando prácticas nocivas y fortaleciendo los servicios de apoyo y prevención. Es fundamental implementar medidas concretas para proteger a las adolescentes y garantizar un futuro libre de violencia para todas las mujeres y niñas.