Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se espera que la población de personas mayores de 65 años se duplique en la región durante los próximos 25 años, llegando a representar cerca del 18.9% de la población regional, en comparación con el 9.9% actual. Esto significa un aumento significativo, pasando de 65.4 millones de personas en 2024 a un estimado de 138 millones en 2050. Estas cifras reflejan un cambio demográfico importante en la región.
El informe publicado por la CEPAL también señala que el crecimiento poblacional en la región ha caído por debajo de las expectativas, lo que plantea desafíos en términos de políticas públicas y programas de atención para las personas mayores. En este sentido, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, destacó la importancia de promover un envejecimiento saludable y garantizar el acceso a sistemas de salud y protección social para todos, especialmente para los grupos de menor ingreso, con el objetivo de reducir el impacto de la mayor demanda de cuidados en las familias.
El envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe plantea diversos desafíos en términos de salud, cuidado, bienestar y protección social. A medida que aumenta el número de personas mayores, es fundamental contar con políticas públicas que aborden las necesidades específicas de este grupo y promuevan su inclusión social y económica. Además, se debe garantizar el acceso a servicios de salud de calidad y programas de apoyo que permitan a los adultos mayores vivir de manera independiente y digna.
La CEPAL enfatiza la importancia de implementar medidas que fomenten el envejecimiento activo y saludable en la región, lo que incluye promover la actividad física, una alimentación balanceada, el acceso a servicios de salud preventiva y la participación en actividades sociales y culturales. Asimismo, se destaca la necesidad de fortalecer la protección social para garantizar la seguridad económica de las personas mayores y evitar la exclusión y la vulnerabilidad.
Ante este panorama, es fundamental que los gobiernos de la región trabajen de manera coordinada para desarrollar estrategias integrales que aborden los desafíos del envejecimiento de la población. Esto implica fortalecer los sistemas de salud, ampliar la cobertura de la seguridad social, promover la formación de cuidadores y garantizar el acceso a servicios de atención de calidad para las personas mayores. De esta manera, se podrá construir una sociedad más inclusiva y solidaria, que valore y respete a las personas en todas las etapas de la vida, incluyendo la vejez.