Agentes de la Policía Nacional localizaron y mataron en Las Charcas, Santiago, a dos individuos sospechosos de participar en el asalto al Banco de Reservas en mayo de este año. Los fallecidos fueron identificados como Geraldo Antonio Ramírez García, alias "El Tuerto", y Ynrry Manuel González. Los cuerpos fueron llevados al Inacif después de que el hecho ocurriera al mediodía de un martes.
En meses anteriores, la Policía detuvo a Joel García y/o Joel Fontanilla (Victorino), Danny Manuel Pimentel de la Cruz, y un ciudadano haitiano llamado Wilnick Pie. Sin embargo, siguen prófugos Yenrry Manuel González García, Carlos Rafael Rodríguez Báez (Carlitos), Gerardo Antonio Ramírez García (el Tuerto), y Gregorio Núñez Polanco. Se les insta a entregarse, ya que se sabe que están armados y que los agentes de la policía los están buscando activamente.
El vocero de la policía, Diego Pesqueira, hizo un llamado a los prófugos para que se entreguen de manera pacífica. Señaló que los detenidos fueron entregados al Ministerio Público para los procedimientos correspondientes. La policía está realizando un seguimiento riguroso de estos individuos con la esperanza de resolver este caso de asalto al banco y garantizar la seguridad de la población.
El asalto al Banco de Reservas en mayo de este año fue un evento preocupante que impactó a la comunidad local. La respuesta de la Policía Nacional en la captura y eliminación de los sospechosos es una medida para hacer justicia y mantener el orden público. Se espera que la detención de los prófugos restantes contribuya a la resolución de este caso y a la prevención de futuros delitos similares.
El trabajo de la policía en la ubicación y eliminación de los sospechosos es un recordatorio de la importancia de la colaboración entre la comunidad y las autoridades para combatir la delincuencia. La cooperación ciudadana puede jugar un papel fundamental en la resolución de casos criminales y en la prevención de futuros incidentes. Es crucial que la sociedad se una para promover la seguridad y el cumplimiento de la ley.
En conclusión, la acción de la Policía Nacional en la ubicación y eliminación de los sospechosos del asalto al Banco de Reservas es un paso en la dirección correcta para garantizar la seguridad y la justicia en la comunidad. El llamado a los prófugos para que se entreguen es una oportunidad para resolver este caso y prevenir futuros actos delictivos. La colaboración entre la comunidad y las autoridades es esencial para enfrentar y prevenir la delincuencia.